Un juez federal en Massachusetts ha bloqueado la decisión del gobierno de Donald Trump que pretendía impedir a la Universidad de Harvard matricular a estudiantes internacionales. La medida, que habría retirado la certificación que permite a la institución recibir alumnos del extranjero, fue considerada por la universidad como una represalia política por sus posturas frente al conflicto palestino-israelí y su negativa a ceder ante presiones del Ejecutivo.
Harvard presentó una demanda urgente este viernes, argumentando que la decisión vulneraba la Primera Enmienda y ponía en riesgo inmediato a más de 7,000 estudiantes extranjeros. La universidad advirtió que, de aplicarse la medida, perdería la cuarta parte de su alumnado y su capacidad de competir por talento global.
El Departamento de Seguridad Nacional justificó la acción alegando que Harvard se había convertido en un entorno inseguro para estudiantes judíos. La universidad respondió que esa narrativa solo busca justificar una intervención que amenaza la autonomía académica y la diversidad en la educación superior. La decisión judicial da un respiro a la comunidad internacional en Harvard, a pocos días de la ceremonia de graduación.