Ante la creciente crisis de escasez de agua, agravada por el cambio climático y el aumento del turismo, Grecia planea implementar proyectos de desalinización impulsados por energía renovable, especialmente en islas como Naxos, Mykonos y Serifos.
El gobierno griego ha identificado 250 proyectos esenciales para evitar una crisis mayor en 2025, con un plan de inversión de 50 millones de euros. Sin embargo, algunos científicos sugieren complementar la desalinización con la recolección de agua de lluvia, que sería una alternativa más sostenible y beneficiosa para la salud.
El Consejo Europeo también ha comprometido esfuerzos para mejorar la resiliencia hídrica en la UE, invirtiendo en infraestructura para afrontar la escasez de agua.
