Un tribunal de Berlín suspendió este lunes la nueva política migratoria del Gobierno alemán que permitía rechazar solicitantes de asilo directamente en la frontera, al considerarla contraria al derecho vigente.
El fallo se emitió tras el caso de tres ciudadanos somalíes deportados a Polonia bajo la nueva disposición. El tribunal determinó que Alemania debe respetar el Protocolo de Dublín y permitir la entrada de solicitantes para procesar sus casos dentro del país.
Aunque la decisión aún puede ser apelada, representa un revés para el canciller Friedrich Merz y su promesa de frenar la migración irregular. La sentencia subraya que no existen elementos que justifiquen una excepción por emergencia o amenaza a la seguridad.