Por cuarta vez desde el inicio de la guerra en Gaza, Estados Unidos vetó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que instaba a un alto al fuego “inmediato, incondicional y permanente”. Aunque el texto recibió 14 votos a favor, no prosperó debido al veto estadounidense.
La resolución exigía acceso humanitario irrestricto en Gaza y condenaba cualquier intento de matar de hambre a los palestinos. También respaldaba a la UNRWA como eje de la ayuda humanitaria, en medio de restricciones israelíes.
EE.UU. justificó su veto argumentando que el texto no condicionaba el alto al fuego a la liberación de los 101 rehenes retenidos por Hamás ni condenaba los ataques del 7 de octubre que iniciaron el conflicto. Israel calificó la resolución como una “traición” a los principios de la ONU y a las víctimas del terrorismo.