Las autoridades ucranianas detuvieron a un voluntario del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, acusado de espiar para Rusia. Según el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), el hombre de 34 años, quien trabajaba en la región de Pokrovsk, utilizaba su posición para recopilar y compartir información sobre ubicaciones de las fuerzas ucranianas y su artillería, presuntamente enviándola al FSB, la agencia de inteligencia rusa.
El SBU confiscó el teléfono del detenido, donde hallaron mensajes anónimos que utilizaba para comunicarse con el FSB. De ser hallado culpable de traición, podría enfrentar cadena perpetua con confiscación de bienes. Desde el inicio de la invasión rusa en 2022, Ucrania ha intensificado investigaciones y detenciones por colaboraciones con el enemigo en el este del país, especialmente en el Donbás, donde las tropas rusas avanzan.
