La investigación contra Hunter Biden comenzó en 2018, encabezada por el fiscal federal de distrito de Delaware, David Weiss, quien había sido designado en el cargo por el entonces presidente Donald Trump.
Entre los posibles delitos investigados estaban lavado de dinero, cabildeo para gobiernos extranjeros y otros.
El 20 de junio fue publicado un acuerdo entre Hunter Biden y el Departamento de Justicia para resolver la investigación contra el hijo del presidente de Estados Unidos.
Según el acuerdo, Hunter Biden aceptó declararse culpable de dos delitos menores —no pagar a tiempo su impuestos de 2017 y 2018— y llegó a un acuerdo con los fiscales en relación con un cargo de poseer un arma siendo un reconocido adicto a las drogas, algo prohibido por ley.
Hunter Biden se declarará culpable de esos delitos y quedará bajo libertad condicional en el tema de los impuestos. Y sobre el arma, entrará a un programa mediante el cual podrá eliminar el delito de su historial si demuestra que no consumió drogas durante 24 meses continuos y se compromete a nunca poseer un arma de nuevo.
Aunque los republicanos, encabezados por el expresidente Donald Trump, aseguran que Hunter Biden recibió trato preferencial, el fiscal del caso, que había sido designado por Trump, y, según expertos, los términos del acuerdo son normales para el tipo de delito. Y algunos aseguran que en temas de impuestos, por lo general, este se resuelve con el pago de los dineros y una multa, sin llevar el tema a los estrados.