Omar Mohamad Rabea, un niño palestino-estadounidense de 14 años, murió tras recibir disparos por parte de colonos israelíes en la localidad de Turmus Ayya, en Cisjordania ocupada. El menor estaba en la calle con dos amigos, también heridos, cuando fueron atacados.
El alcalde de la localidad, Lafi Shalabi, informó que la familia de Omar regresó desde Estados Unidos hace más de una década. Pese al incidente, no se ha detenido a ningún sospechoso y el Ejército israelí retiene el cuerpo del niño.
Según medios locales, las fuerzas israelíes también habrían retrasado la salida de ambulancias. La violencia en Cisjordania ha aumentado desde el inicio de la ofensiva en Gaza, con más redadas militares y agresiones de colonos.