El actor Ryan Reynolds ha solicitado formalmente a un juez que lo excluya de la demanda por difamación que el también actor y director Justin Baldoni interpuso contra su esposa, Blake Lively. Baldoni acusa a Reynolds de haberlo llamado «depredador» en varias ocasiones y sostiene que esto ha afectado su reputación y carrera profesional.
Sin embargo, Reynolds argumenta que las acusaciones en su contra carecen de fundamento legal, y que sus comentarios sobre Baldoni son una opinión personal protegida constitucionalmente. Según documentos obtenidos por CNN, el actor afirma que Baldoni está tratando de involucrarlo en una batalla legal en la que él no tuvo participación directa y que solo ha estado presente en el caso como «cónyuge solidario» de Lively.
El origen de la disputa legal
La controversia surgió durante el rodaje de la película It Ends With Us, dirigida y protagonizada por Baldoni, con Blake Lively en el papel principal. Lively presentó una demanda contra Baldoni y los estudios Wayfarer, acusándolos de llevar a cabo un «plan de varios niveles» para dañar su reputación después de que ella denunciara haber sido víctima de «acoso sexual repetido y otros comportamientos perturbadores» en el set.
Baldoni respondió con una contrademanda contra Lively, acusándola de difamación, acoso y extorsión, y extendió la demanda a Reynolds, alegando que este había intervenido en el conflicto y había difundido información falsa sobre él. Según el director, Reynolds habría dicho a ejecutivos de la agencia de talentos WME que Baldoni era un «depredador sexual», lo que habría llevado a la agencia a rescindir su contrato.
Además, Baldoni acusa a Reynolds de haber interferido en la producción de la película, reescribiendo escenas y realizando cambios no autorizados en el guion en secreto, a pesar de que el actor no tenía un papel formal en el proyecto. También lo acusa de haberlo confrontado agresivamente en su casa en Nueva York, donde supuestamente lo maldijo y lo criticó.
Posibles consecuencias legales
Si el juez no acepta la moción de Reynolds para ser excluido del caso, el actor podría verse obligado a testificar en el juicio, lo que podría afectar su imagen pública y su carrera. Sus abogados han declarado que no existe una base legal para la demanda de Baldoni, ya que Reynolds cree genuinamente que el comportamiento del director justifica la etiqueta de «depredador», lo que lo hace parte de su derecho a la libre expresión.
Por otro lado, ni Baldoni ni Lively han mostrado intenciones de llegar a un acuerdo, lo que indica que la batalla legal podría prolongarse hasta su juicio programado para marzo de 2026.
Este caso ha generado gran atención mediática, no solo por la magnitud de las acusaciones, sino por la popularidad de los involucrados, especialmente Reynolds y Lively, quienes han sido considerados una de las parejas más influyentes de Hollywood.
