Los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia de Suecia enfrentan polémica tras solicitar un préstamo gubernamental de 604.375 euros para cubrir un déficit en las cuentas reales, pese a haber recibido un presupuesto de 14,6 millones de euros este año. La suma será devuelta en 2025, cuando el presupuesto aumente a 16,4 millones.
El pedido de fondos coincidió con unas vacaciones privadas en Brasil, lo que generó descontento en la población. La familia real canceló su agenda oficial, dejando la regencia en manos de la princesa Magdalena, mientras disfrutaban de su escapada, lo que agravó las críticas.
La casa real ya ha anunciado medidas de austeridad, como la cancelación de eventos de gala, aunque mantendrán los actos relacionados con los Premios Nobel, financiados por una fundación externa. Este episodio reaviva cuestionamientos sobre el gasto de la monarquía sueca, que en 2014 enfrentó una situación similar.
