El actor Michael Madsen, reconocido por sus papeles en Kill Bill y Perros de la calle, falleció a los 67 años en su casa de Malibú, California. La noticia fue confirmada por sus agentes Susan Ferris y Ron Smith, junto a su publicista Liz Rodríguez, quienes lo describieron como “uno de los actores más emblemáticos de Hollywood, al que muchos echarán de menos”.
Con más de cuatro décadas de trayectoria, Madsen participó en más de 300 producciones, destacando por sus personajes intensos y memorables como Mr. Blonde y Budd en las cintas de Quentin Tarantino.
Al momento de su muerte, trabajaba en tres películas independientes (Resurrection Road, Concessions y Cookbook for Southern Housewives) y preparaba la publicación de su nuevo libro de poesía Tears For My Father: Outlaw Thoughts and Poems.
Aunque no se conocían enfermedades crónicas, el actor atravesó años difíciles, marcados por la trágica muerte de su hijo Hudson en 2022 y problemas legales relacionados con disputas domésticas y el alcohol.
Madsen estuvo casado tres veces y fue padre de seis hijos. Desde 1996 compartía su vida con DeAnna Morgan, y entre sus hijos destaca Christian Madsen, también actor. En entrevistas recientes, Michael confesaba que su principal motor profesional era garantizar el bienestar de su familia.