Morena ha sido una maquina electoral aplastadora en el país, menos en Coahuila, donde ha sido derrotada. Los factores son varios, y que iremos desglosando, donde sin duda sobre sale cuadros políticos con poca capacidad de conectar con la gente.
A pesar de la imagen del presidente López Obrador, esta no ha sido capitalizada por su partido en la entidad.
De entrada, la llegada del presidente estatal actual, Diego del Bosque, estuvo marcada por una lucha encarnizada contra los cuadros de la vieja guardia de la izquierda coahuilense, lo cual lo ha llevado a no tener el verdadero control político ni de operatividad en el partido de la 4T.
También de resaltar que las estrategias electorales implementadas por el líder estatal no han funcionado, y su llamado a la unidad menos. Ha mostrado ser un político sin peso, tibio ante los retos de su partido en el estado de Carranza.
En Coahuila, fue el actual senador Armando Guadiana, quien, desde el inicio de Morena y la paciencia del hoy presidente, decidió apostar por esta aventura política. Desde apostar por la gubernatura en dos ocasiones, la alcaldía de Saltillo, obteniendo su premio a la perseverancia con la senaduría, venciendo en las urnas tanto a priistas como panistas.
Guadiana sin embargo en algunos momentos de la administración del mandatario nacional, desafío sus decisiones como en el caso de Altos Hornos de México, y la manera en que la CFE otorga los contratos de carbón. Esto lo llevo a estar en cierto momento distanciado de la gracia de la 4T, obteniendo piedras en el camino.
Si bien, en el segundo intento por ser gobernador, recibió el apoyo de su dirigencia nacional a través de Mario Delgado, así como figuras de talla nacional, no pudieron prever el daño que ocasionaría el ex Sub Secretario de Seguridad Pública Federal, Ricardo Mejía Berdeja, no solo a la campaña, sino al propio partido del presidente.
Mejía no solo debilito la campaña de Guadiana, sino que disminuyo su fuerza llevándose a su movimiento, al Partido del Trabajo, a militantes de morena. Militantes que hoy en día continúan con los procesos de no quedar fuera de Morena, pero que al mismo tiempo trabajan para otro partido.
La alcaldesa de Múzquiz, Tania Flores, en una de sus tradicionales transmisiones en redes sociales, detalló el daño que era para el movimiento de la llamada cuarta transformación, la insistencia de Ricardo Mejía por llegar al poder, un suceso que no iba a llegar y que en el camino solo dejaría espinas marcadas que a la fecha no se pueden eliminar.
Tania Flores siempre dejo en claro que no enfrentaría a su hermano Tony Flores, quien competía por una diputación local por el Partido del Trabajo, fiel a Mejía, pero fue contundente al declarar que solo se dividían los votos del electorado, ya que ella trabajaba para el proyecto de Guadiana.
Morena se desfonda solo. En su intento de llevar personajes que puedan conectar con el electorado, han llevado a quienes solo dividen votos, como en el caso de Lenin Pérez, mítico dirigente eterno de la Unidad Democrática de Coahuila (UDC).
Lenin jamás va a desaparecer a la UDC, que es su minita, la gallina de los huevos de oro. Por lo tanto, hay momentos, elecciones federales donde no puede participar bajo sus siglas, que cambia de color, para regresar al amor naranja en las elecciones locales.
Lo anterior en nada beneficia a los morenos, porque inclusive llegan a confundir al electorado. El electorado, puede cambiar su intención de voto sin duda alguna, pero siempre habrá una parte de él idealista, que se niega a votar por una fuerza política un día, y por otra al día siguiente.
De los cuadros que más hacen por la 4T, está la legisladora local Lizbeth Ogazón, quien más allá de con razón o sin ella, siempre sale a defender al presidente. Abandera causas de la mujer, y constantemente se hace presente con exhortos o iniciativas. Sin embargo, parte de sus compañeros de bancada, decidieron en lo electoral romper con Morena y unirse al PT, lo que ocasiono fractura legislativa de su bancada.
Otro que abona y forma parte del grupo del senador Guadiana, es su principal alfil, Alberto Hurtado. Sin duda con aspiraciones, quien el primero de enero del 2024 toma protesta como legislador local. Se le ve tanto en las colonias de Saltillo, como en los eventos nacionales de su partido, y ya con un rose y bagaje de haber trabajado nada más y nada menos que en el Senado de la República.
Alberto Hurtado, tiene posibilidades de ser el próximo líder de la bancada de morena en la siguiente legislatura local, pero se le atraviesa en el camino, el lagunero Antonio Attolini Murra, quien ya fue derrotado en el plano electoral, compitiendo por una legislatura federal. Su carrera política está llena de derrotas, en 2020 participó en el proceso de renovación de la diligencia del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) como candidato a la Secretaria General. Dicho proceso lo ganó la senadora Citlalli Hernández.
Morena no ha logrado posicionarse en Coahuila. Sus delegaciones estatales, que son la imagen de un supuesto gobierno federal que hace las cosas bien, no embona, no gancha, y no gobierna.
En la entidad como en todo el país, su plan de vacunación contra el COVID-19 fue más un zafarrancho, que un sistema de vacunación. La gente recuerda la promesa del rescate de los mineros en la región carbonífera, y las noticias solo es el resultado de millones de pesos pagados a empresas rescatistas que no han avanzado en Pasta de Conchos.
En Monclova, el desempleo de más de 7 mil personas por el caso de Altos Hornos de México (AHMSA) es a todas luces el resultado de una venganza política, y que las familias cobraron la factura en el pasado proceso electoral de la entidad.
En la laguna, una región ubicada en el desierto, ha sido propicia a la escasez del agua, y el proyecto federal de Agua Saludable, nomás no avanza.
Cientos de personas de la tercera edad son expuestas a largas filas para el cobro de su pensión, mientras el gasto de sucursales del “Banco del Bienestar”, son solo elefantes blancos que no tienen utilidad real.
El seguro popular fue extinto por la actual administración, arrancando un proyecto que al corto tiempo fracaso, como el Instituto de Salud para el Bienestar, pretendiendo ahora que el Instituto Mexicano del Seguro Social, dote de asistencia médica a quienes no cuentan con ella. Todo ello, no fue algo bien visto entre los coahuilenses.
Aunado a esto, los grupos políticos de Morena, no han tenido las estrategias adecuadas para penetrar en el gen de los coahuilenses. Son ociosos, y solo se les ve en el arranque de los procesos electorales.
Hoy, rumbo al 2024 tienen muchas heridas que sanar, y tal parece que la división dentro de la 4T está marcada. Paloma de los Santos, militante morenista y cabeza de los trabajos en favor de Sheinbaum en Coahuila, puso el gatillo en la frente de los petistas, al declarar en rueda de prensa que primero deben disculparse, antes de pensar que serán recibidos con los brazos abiertos.
El siguiente año no solo es la presidencia de la república, sino legislaturas federales, el senado y en la entidad la renovación de las alcaldías, lo que ya es una lucha encarnizada entre los militantes.
Volverán a sonar nombres como los de Luis Fernando Salazar, Cesar Flores, Eva Eugenia Galaz Caletti, que serán tachados de otra vez la quieres a pesar de que no ganan nada. O el de Cecy Guadiana que aventaja según los pronósticos con quedarse con la candidatura al senado, y ya suenan las voces de señalar que es gracias al papá.
El chiste se cuenta solo. No son capaces de unirse rumbo a un solo objetivo, y después repartirse el pastel, ya que todos quieren ser dueños y amos del pastel completo. Por ello, Morena en Coahuila esta sin rumbo y en caída libre.
