Salud Mental… en Coahuila hay esperanza

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La Organización Mundial de la Salud define a la salud mental como un estado de bienestar que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad. Y nos señala también que es parte fundamental de la salud y el bienestar que sustenta nuestras capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones y dar forma al mundo en el que vivimos. 

La salud mental es muy compleja, y se construye en un proceso que va más allá de la ausencia de trastornos mentales, con resultados personales, sociales, clínicos y económicos. Además, es un derecho humano fundamental, y como tal, el estado tiene la obligación de dar atención integral y especializada, donde se debe acompañar al paciente desde el diagnóstico, y posteriormente, en el tratamiento, en su proceso psicoterapéutico y de reintegración.

Pero la realidad, ha sido muy lejana, las acciones en promoción y prevención de la salud mental, no son suficientes, y su atención ha sido desafortunadamente deficiente. El primer gran obstáculo para lograrlo, es la reducción de recursos que ha hecho el gobierno federal para esta área de la salud. Desde el 2021, se ha presentado una disminución en promedio del 33%, en comparación con los años posteriores. En ese año, 2021, se presupuestaron 10 millones de pesos para el área de psicología y psiquiatría del IMSS Coahuila y 2.3 millones para el ISSSTE.

En Coahuila sólo existen dos hospitales públicos para internamiento psiquiátrico, el Centro Estatal de Salud Mental, en Saltillo, y el Hospital Psiquiátrico de Parras, y un centro de atención en Torreón. Por lo que además de la disminución de recursos, la infraestructura física en el estado es insuficiente y deficiente, pues el hospital de Parras, no cuenta con las condiciones necesarias. Estos dos hospitales estatales dan atención a los pacientes del IMSS y del ISSSTE, ya que estos no cuentan con la infraestructura necesaria para dar una correcta atención a sus pacientes.  

Para tener condiciones aptas de atención e internamiento, los hospitales de salud mental, de acuerdo a datos del Atlas de Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud, deben de contar con al menos 11 camas por cada 100 mil habitantes, pero en Coahuila el promedio es de sólo 4 camas psiquiátricas por cada 100 mil habitantes; ya que existen solamente 70 camas en el hospital psiquiátrico de Parras y en el Cesame de Saltillo,  48 camas para adultos y 10 para niños y adolescentes. Y se requiere de un psicólogo y un psiquiatra por cada 100 mil, pero en el estado, se cuenta con apenas 0.8% del personal requerido para la atención de esa cantidad de personas. 

El año pasado en el estado,  se brindaron 7 mil 470 consultas de psiquiatría y psicología, además de  1925 atenciones de urgencias psiquiátricas. Del año 2018 a 2023 se registraron en el estado en total 361,723 atenciones de salud mental.  Las enfermedades y condiciones mayormente presentes en la población coahuilense son los trastornos mentales ocasionados por el uso del alcohol, drogas, ansiedad, depresión, uso de estimulantes, tabaco, crisis neuróticas, ingesta de alimentos, y otros ocasionados por enfermedades como la esquizofrenia, demencia vascular, trastornos de ansiedad, fóbicos y por retraso mental grave. 

Es importante mencionar que existen un gran número de casos que están fuera de las estadísticas, ya que las personas que lo padecen están fuera de los sistemas de salud, y la gran mayoría de estos casos no son tratados, o simplemente no se detectan, y por lo tanto no reciben atención o tratamientos adecuados. Muchos de ellos forman parte de la población que se encuentra en situación de vulnerabilidad o potencialmente vulnerable, dadas sus características socioeconómicas y por tipo de enfermedad existente o que potencialmente se puede desarrollar; siendo en este sector los menores los más afectados. 

La Organización Mundial de la Salud señala que en México las personas con mayor riesgo a sufrir de depresión son las que formanparte de familias en situación de pobreza;  personas desempleadas; adultos en plenitud generada por el riesgo de demencia por edad, además, suelen ser víctimas de maltrato, abandono e indiferencia; las víctimas de violencia y abuso; la población rural, debido a una mayor prevalencia del abuso en el consumo de alcohol; niños y niñas en situación de calle, que estan expuestos al uso de drogas, violencia social, abuso sexual, prostitución y explotación; personas con discapacidad; madres adolescentes; y la población migrante. 

Derivado de la pandemia, un mayor número de personas han presentado problemas de estrés, depresión y ansiedad, lo que ha influido en el incremento de  más casos de suicidio en el estado. Coahuila ocupa el cuarto lugar nacional con más defunciones registradas por suicidio, de acuerdo a datos del INEGI. En el 2021 en el estado se registraron 1504 casos de depresión, 1157 mujeres y 347 hombres; y en 2022 la cifra se incrementó en un 42.3%, registrando 2608 casos, 1820 mujeres y 788 hombres. Los diagnósticos depresivos en mujeres aumentaron 36.4% de un periodo a otro, y los diagnósticos en hombres sobrepasan el 100%. Este porcentaje de crecimiento está muy por encima del promedio nacional que es del 25.7% anual. 

Durante el 2022, 170 personas fueron diagnosticadas en Coahuila con algún trastorno mental, y fue necesario su internamiento, de acuerdo a datos de instituciones públicas, cifra que presenta un aumento del 26.87% en comparación con el 2021, en el que se registraron 134 casos. 

Para atender esta grave, compleja y creciente crisis de salud mental que se ha incrementado en los últimos años, por primera vez alguien con la fuerza necesaria y el empuje ha decidido hacer frente, y con el respaldo de la administración estatal se ha desarrollado un ambicioso programa para atender este problema social. El Gobernador Manolo Jiménez, y su esposa Paola Rodríguez impulsaron la creación de “Inspira” una oficina que busca potencializar las estrategias y acciones para mejorar la calidad de vida de las familias coahuilenses, esto a través de programas sociales específicos. 

Inspira nace de los compromisos que hizo el gobernador en campaña de implementar campañas de sensibilización para fomentar el autocuidado, la resiliencia y el conocimiento sobre salud mental, y de promover programas de prevención de adicciones y de rehabilitación.

Inspira Coahuila está coordinado a través de alianzas interinstitucionales con diferentes dependencias como el DIF Coahuila y las diferentes secretarías como Educación, Salud, Cultura, entre otras, para atender temas prioritarios de las niñas, niños y jóvenes. Además cuenta con una coordinación específica de salud mental. 

Desde el anunció de “Inspira”, su presidenta honoraria Paola Rodríguez, señaló que la detección y la atención oportuna y de calidad a la salud mental es una prioridad de la administración estatal. Como primera acción, se creó la Dirección Estatal de Salud Mental y Adicciones, y fue también instalado en Coahuila el Consejo Estatal de Salud Mental y Adicciones, que en conjunto aplicarán una evaluación diagnóstica a niños y jóvenes de todo el estado para generar estrategias enfocadas a las necesidades específicas de cada región y cada sector de la población. 

Este consejo se encargará de que todos los hospitales de la entidad estén preparados para atender los padecimientos psicológicos y psiquiátricos a través del Código 100, y el duelo perinatal con el Código Mariposa, además de emitir opiniones, recomendaciones y difundir la normatividad regulatoria en la materia, proponer, coadyuvar y aprobar los planes de trabajo, programas y modelos innovadores a implementar; definir los procesos, acciones técnicas y proponer políticas de prevención y atención integral en materia de salud mental y adicciones.

Se han identificado siete puntos de intervención para atender los casos de salud mental en el estado de Coahuila, distribuidos en  diferentes regiones. Estos incluyen uno en la región Laguna, otro en la región Centro, uno en la región Desierto, y uno en la región Norte con sede en Piedras Negras, otros centros en Acuña, la región Carbonífera en Sabinas, y en la región Sureste en Saltillo.Además se han creado e instalado subcomités regionales de Salud Mental, que es un órgano multidisciplinario formado por el organismo estatal Inspira,  la Secretaría de Salud del Estado, las direcciones municipales de Salud Pública de los municipios que integran cada región del estado, y las universidades públicas y privadas locales. Estas últimas, con un nivel importante de participación, ya que una encuesta recientemente aplicada por la Coordinación de Extensión Universitaria de la Universidad Autónoma de Coahuila, reveló que de aproximadamente 10 mil universitarios de esa casa de estudios, de los 35 mil que la integran, son consumidores de alguna droga.

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