Región Carbonífera
En la Región Carbonífera el Partido Revolucionario Institucional, de la mano de sus aliados, recuperó la fuerza electoral perdida, con importantes triunfos en las urnas con Óscar Ríos en San Juan de Sabinas, Liliana Quiñones en Juárez, Laura Jiménez “Gachupina” en Múzquiz, y en Progreso, con “Liquin” Quintanilla. A excepción de Sabinas, donde la victoria fue del Partido Verde Ecologista y su candidato “Chano” Díaz.
Laura Jiménez, en Múzquiz le asestó un duro golpe a Morena y su actual alcaldesa Tania Flores, consolidando su triunfo con la histórica cifra de 21 mil votos, que se traducen prácticamente en un 2 a 1. Además de la mesura que califica a Laura Jiménez, abonaron a su victoria su perfil ciudadano, su sentido técnico y la gran fortaleza electoral que la acompañaba desde antes de que iniciara el proceso electoral.
La derrota de la alcaldesa morenista estaba más que anunciada e impulsada por una muy mala administración que arrastra diferentes delitos y escándalos. Tania Flores Guerra, es reconocida por abusar de su poder, utilizando la fuerza pública para intimidar a quienes se han manifestado en contra de sus constantes abusos desde el gobierno, enfrentarse con los integrantes de su propio partido e intentar generar un conflicto con las autoridades del Gobierno del Estado.
Uno de los señalamientos más importantes, es la denuncia que hizo Mónica Escalera, ex secretaria del Ayuntamiento, de la alcaldesa, del alcalde electo de Piedras Negras Jacobo Rodríguez y su hermano por desviar recursos públicos, a través de la empresa “Aikin“, que le factura obras que no se han realizado y/o con sobrecostos a la administración municipal, como la ampliación de la red de agua en la calle Mariano López Mercado, que tuvo un costo de 3 millones de pesos, y una cancha de futbol de pasto sintético ubicada en la calle Niños Héroes y Zaragoza, por 5 millones 426 mil pesos.
Otras obras señaladas por la ex funcionaria municipal son la construcción del Parque la Alberquita, por 5 millones 452 mil pesos, donde la empresa “Aikin” no hizo nada, pero sí cobró el total de su costo; y la construcción de red de agua potable en la calle Adolfo De Romo con conexión a la calle 5 de Mayo, en donde se desviaron 3 millones 800 mil pesos.
Otro de los señalamientos hechos a la alcaldesa, es el pago de 3 millones 800 mil pesos a empresa a Servicios y Minerales Guel, constituida el 14 de septiembre de 2021 y vinculada a su hermano Tony Flores, por una obra realizada y que un peritaje indicó que los trabajos costaron menos de 800 mil pesos. Además, la misma empresa ha recibido adjudicaciones directas por arrendamientos de camionetas habilitadas como patrullas municipales y para obras de rehabilitación de calles.
Los funcionarios municipales Víctor Manuel Hernández Obregón ex tesorero municipal y actual secretario del Ayuntamiento de Múzquiz; y el director de Aguas y Saneamiento, Fernando Pálalo Alfaro, enfrentan cargos por el delito de ejercicio abusivo de funciones en la modalidad de adquisiciones, arrendamientos y enajenación o colocaciones de fondos, realizadas ilegalmente, en agravio del servicio público con recursos del municipio de Múzquiz; y se derivan de las denuncias presentadas contra la administración de la alcaldesa Tania Flores.
En Progreso, el municipio más priista de México, el 80% de los electores votaron para que el joven candidato de la Alianza Ciudadana por la Seguridad, Federico Quintanilla “Liquin”, gobierne y siga los pasos de su padre, el actual alcalde, Lico Quintanilla, responsable del aplastante triunfo electoral. El gran reto de “Liquin”, en caso de que pretenda seguir cultivando su carrera política, será intentar emular la sencillez y la humildad que caracterizan a su padre, además del gran reto de mantenerse al nivel de los militantes y ejercer con responsabilidad la confianza que en esta ocasión decidió entregarle la población, como moneda de cambio en agradecimiento a la extraordinaria administración de Lico Quintanilla.
En Juárez, el actual alcalde de extracción panista Juan Carlos Calderón, a pesar de no tener una mala administración perdió la reelección, en parte por la inercia del PAN a nivel estatal, alejarse de los liderazgos locales, y por negarse desde hace tiempo a atender y recibir a los ciudadanos en la Presidencia Municipal. Por su parte la priista Liliana Quiñones, logró un impecable trabajo coordinado entre todos los actores políticos del municipio, por lo que connotados priístas coincidieron en la viabilidad del proyecto representado por Liliana, demostrando que el triunfo se logra y se demuestra cuando se trabaja sin regateos, y sin egoísmo.
El alcalde de San Juan de Sabinas, el morenista Mario López, buscaba la reelección, aún y cuando ha sido objeto de diversas manifestaciones ciudadanas que exigen desde hace más de un año su destitución, por los innumerables abusos de autoridad que ha cometido y el abandono total de sus funciones como presidente municipal. Ha sido en diversas ocasiones protagonista de notas nacionales por su excéntrico y desmedido comportamiento, como viajar en completo estado de ebriedad, sentado sobre el cofre de su vehículo, lanzar dinero en eventos, ridiculizar públicamente, sufrir de alcoholismo y otros escándalos no menos denigrantes.
“Mayito”, perdió la elección ante Oscar Ríos, ex alcalde que dio muy buenos resultados en la época de Humberto Moreira, y un hombre reconocido por su trabajo y por su gran trayectoria política. El hoy alcalde electo, cimentó su candidatura en la unidad de todos los grupos políticos del Revolucionario Institucional, además de darles presencia, voz y espacio.
En el caso de este municipio abonó en parte importante a la derrota de Morena, la estrategia diseñada y ejecutada desde lo más alto de la esfera política, que incluía la candidatura en solitario del doctor Jesús “Bebo” Z Cruz, hijo de un importante priísta de la región, el Doctor Z Cruz, que le restó considerablemente votos al que se pensaba era el candidato más fuerte y consolidado al interior de Morena.
En Sabinas, la diputada local Zulmma Guerero construyó una alianza de facto con el Revolucionario Institucional desde la elección local de 2021, en la que demostró su capacidad de operación política y músculo electoral a través de una red de estructuras alternas que fortalecieron el proyecto y triunfo de la alcaldesa Diana Haro, por lo que su nominación como candidata en el pasado proceso electoral se dio sin ningún inconveniente.
Desde un inicio quedó claro que la carrera electoral por encabezar la Presidencia Municipal de Sabinas, estaba entre Zulmma y “Chano” Díaz, el ex morenista que migró al Partido Verde. El resultado de la elección fue completamente cerrado, 12,336 votos de la coalición, 36.91 % de la votación total, contra 12 440 del PVEM, que representan el 37.22 % de la votación total.
Aunque el priismo cuplió con su cuota asignada en la candidatura de la alianza, fue evidente la falta de una mejor operación electoral y fortalecimiento de la estructura territorial, generada por la innecesaria presencia de su esposo, el ex alcalde Lenin Flores, que no goza de buena aceptación en su municipio, y que terminó entorpeciendo la forma y el fondo de la estrategia electoral, al asegurar que después del triunfo, su esposa, nada tendría que ver con los liderazgos políticos locales, particularmente los del Revolucionario Institucional. Mientras que el partido UDC que signó la candidatura no cumplió ni con el mínimo de votos asignados.
El alcalde electo, José Feliciano ‘Chano’ Díaz Iribarren, empresario con arraigo en Sabinas y en la región, contaba con una gran relación y cercanía con los cuadros políticos priístas, ya que algunos mantiene una relación familiar y con otros de negocios, además de una cercana relación con medios de comunicación de la región, activos que le valieron además de una marcada empatía y cercanía con los habitantes del municipio.
El desarrollo y resultados del proceso electoral en la región carbonífera ejemplifica la importancia de la trascendencia de los actores políticos y del voto estratégico, pero también la influencia desmedida de la negativa mezcla de intereses, eventos o personas que pueden cambiar drásticamente las tendencias previstas; la posibilidad de éxito o fracaso; y la volatilidad de la estrategia cuando fracasa la coordinación o su fortalecimiento y posterior éxito, cuando el trabajo coordinado está por encima de cualquier indicio que vaticine una posibilidad de fracaso.