Pa’ delante por Coahuila

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Suspensiones temporales, desencuentros, desacuerdos, mala comunicación y falta de consensos han marcado desde su nacimiento la existencia de la alianza opositora del PRI, PAN y del PRD, que en algunos momentos ha sido excesivamente tensa; pero la necesidad de su propia existencia los mantiene de pie; de una u otra manera les ha quedado claro que solamente juntos pueden remar contra corriente.
El desencuentro más reciente se vivió este 9 de enero, en el que Marko Cortéz, dirigente nacional del PAN decidió de manera unipersonal ponerle fin a la alianza que encabezó en el estado el hoy gobernador Manolo Jiménez.
Los 845 kilómetros que separan vía terrestre a la capital de Coahuila de la ciudad de México, seguramente son suficientes para que Marko Cortéz desconozca la realidad y la historia reciente del PAN en Coahuila; realidad que conocen y han vivido solamente los panistas coahuilenses.
Los últimos buenos resultados del PAN en el estado, son los obtenidos en el proceso electoral del 2017, de ahí en adelante su presencia en las urnas ha sido a la baja, alejándose de posiciones y resultados que históricamente mantenía; y fueron más evidentes en el pasado proceso electoral, en el que los candidatos a diputados locales postulados por Acción Nacional ganaron por el margen otorgado por el voto del PRI.
Alfredo Paredes, diputado del distrito 5, obtuvo 27,195 votos del PRI, 11,767 del PAN, y 865 del PRD. Edith Hernández, en el distrito 6, el PAN solamente aportó 3,695 votos, el PRD 1,639 y el PRI 35,755. Lo mismo pasó en el distrito 1, con Claudia Alderete, que obtuvo 28,353 votos del PRI, 1,433 del PAN y 2,526 del PRD. Gerardo Aguado, del distrito 8, recibió 9,812 votos del PAN, 32,322 del PRI y 1,153 del PRD.
A nivel estatal, el PAN aportó en la alianza 89,473 votos, lo que representa el 6.8% del total de sufragios emitidos; el PRI obtuvo 616,466, equivalente al 47.3% del total, y el PRD 33,792, que representan el 2.7%. Es importante señalar que en Torreón, municipio que generó la controversia al interior de la alianza, el PRI obtuvo 147,298 votos, y el PAN solo logró 30,861.
Los otros 13 municipios en los que Marko pretendía designar a los candidatos a las alcaldías son Abasolo, Acuña, Candela, Castaños, Escobedo, Frontera, General Cepeda, Francisco I. Madero, Juárez, Múzquiz, Monclova, Lamadrid y San Juan de Sabinas. Pero en estos 13, al igual que en los otros 24 que integran el estado, el PRI impuso su votación muy por encima de la de sus aliados.
En Monclova, el PRI obtuvo el 40% y el PAN, 11.8%; en General Cepeda, el PRI logró el 37.8% y el PAN, 24.3%; en Candela, el PRI recibió el 44.8% de los votos, y el PAN, 21%; en Lamadrid, el PRI fue votado con un 50.5% y el PAN, 10.3%; y en los demás municipios el PAN obtuvo votaciones por debajo del 6% y el PRI de al menos 40%.
El dirigente nacional del PAN, que se comprometió a aportar a la votación un 20% de los votos totales, a través de un comunicado pedía proponer a la candidata o candidato a la presidencia municipal de Torreón y de otros 13 municipios más. Aunque esta fue la postura del dirigente nacional, Elisa Maldonado, presidenta estatal de Acción Nacional estuvo durante el día gestionando ante su partido y su dirigencia para que la alianza se mantenga vigente en el estado, respaldada por las dirigencias estatales de los otros partidos.
El posicionamiento de su dirigente fue firme y a través de un comunicado dejaron en claro que la percepción local del panismo era distinta a la de su dirigente nacional; “…el Partido Acción Nacional en Coahuila ratifica su compromiso de seguir trabajando para las y los coahuilenses que el año pasado con una votación histórica en el Estado, registraron su confianza a la Alianza Ciudadana por la Seguridad, encabezada por el ahora gobernador, Manolo Jiménez Salinas.
Congruentes con dicho compromiso a Coahuila, el Comité Estatal y los 38 municipios en el estado mantienen su participación con el primer gobierno coahuilense de coalición en la historia, anteponiendo cualquier interés personal o de partido, y velando sólo por el bien común de la ciudadanía.
El punto de encuentro para todas las fuerzas políticas que conformaron esta exitosa alianza el año pasado, es Coahuila, por lo que en el PAN estamos analizando las alternativas para continuar con la tarea que nos dio la ciudadanía, que es ofrecer el mejor gobierno de la historia al Estado.
El PAN en Coahuila reconoce la apertura y la coincidencia con el gobernador del Estado y con las fuerzas políticas que conforman la Alianza Ciudadana por la Seguridad, con las que hay un diálogo permanente para llevar al triunfo a la precandidata a la presidencia de México, Xóchitl Gálvez y para llevar a Coahuila al siguiente nivel.”
Mientras tanto en la capital de Coahuila el presidente municipal del PAN se deslindó de la postura de su dirigente nacional y apoyó a su dirigencia loca, “…causa desconcierto y sorpresa porque hemos venido trabajando bien… Hacemos un llamado al diálogo y la reconciliación… El PAN Coahuila sostiene firmemente que el bien común de los coahuilenses debe primar sobre cualquier interés partidista”. Y la misma postura se replicó en las demás dirigencias municipales.
El gobernador Manolo Jiménez Salinas subrayó que el punto de encuentro es Coahuila e impulsará el trabajo conjunto de las fuerzas políticas de la alianza para construir un objetivo común y aseguró que el PAN no está en condiciones de exigir más posiciones en la alianza pues su porcentaje de votos el año pasado fue mínimo. Pero bajo ese compromiso extendió la mano al panismo coahuilense, y dio su total apoyo y respaldo a la dirigencia estatal, reconociendolos como aliados
El PRI, que respaldó la postura del gobernador; y criticó la extraña postura de la dirigencia nacional panista y la calificó como “oportunista”, al poner en riesgo la alianza opositora en el estado, al querer un convenio a modo y por no preponderar la competitividad electoral de cada uno, pues Acción Nacional incumplió su compromiso de votación.
Este reproche que es más un intento de desestabilización de la alianza, casualmente, se da justo cuando el gobierno de López Obrador y la campaña de su candidata, pasan por momentos difíciles al hacerse públicos dos escándalos que pueden poner en riesgo al gobierno y al partido oficialista. Lo que pone en duda si es que las exigencias de Marko Cortéz son legítimas, o solo pretende beneficiar de alguna manera al partido guinda desviando la atención.
El primero, el financiamiento ilegal de la campaña presidencial de Sheinbaum, que se dió a conocer por Sanjuana Martínez, directora de la agencia Notimex, que hizo pública la solicitud forzada de aportar el 20% de la liquidación de los trabajadores de la extinta agencia, que es de 256 millones de pesos, por lo que habría que entregar 50 millones para la campaña de Morena.
El segundo, el reportaje dado a conocer por el portal de noticias Latinus sobre Gonzalo López Beltrán, hijo del presidente, quien ha articulado una red de negocios y tráfico de influencias ligadas a la construcción del Tren Maya con el que han logrado hacer miles de millones de pesos.
Aunque la postura local de los partidos fue afirmativa, la alianza no logró consolidarse a nivel local por la negativa de la dirigencia nacional albiazul, pero por su parte, el PRI, PRD y UDC firmaron un acuerdo de coalición ante el Instituto Electoral de Coahuila para ir juntos en la elección de Ayuntamientos y así asegurar el carro completo en los 38 ayuntamientos de Coahuila.
Por su parte, la dirigencia de Acción Nacional en Coahuila busca mantener la unión de su partido y la alianza local, a través de la denominada “La nueva ruta”, en la que se pretende la posibilidad de generar acuerdos para no presentar candidatos en algunos municipios para dar su apoyo a la Alianza por la Seguridad, e ir con candidatos propios en los que se logren acuerdos, con el apoyo de la alianza local. Lo que directamente les genera un beneficio al garantizar sus prerrogativas como partido local, pues de ir solos corren el riesgo de no ganar ninguna alcaldía.
De concretarse esta ruta propuesta por el PAN, en Monclova, municipio en el que existe la voluntad local de apoyar la reelección del actual alcalde, el PAN lo registraría como candidato, la alianza PRI, PRD, UDC, no registraría candidato, para que la fuerza del voto se enfoque en el que se haya acordado. O en el caso de Torreón, donde también el actual alcalde va por la reelección, este sería candidato de la alianza, y el PAN, no registraría uno propio. Todo esto con la aprobación de los militantes y simpatizantes panistas que han manifestado estar a favor de la alianza; además de la disposición que manifiestan a encontrar otras rutas que generen oportunidades para fortalecer el proyecto que ha propuesto desde un inicio el gobernador Manolo Jiménez.

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