Movimiento Ciudadano. La Oportunidad Perdida

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Las oportunidades no siempre se presentan dos veces. Movimiento Ciudadano (MC) ha perdido hasta el momento la mejor para penetrar en el país como la verdadera vía de contrapeso frente a un sistema de izquierda gubernamental que cree que el gasto es la solución, un gasto desmedido a base de deuda y sin oportunidades de generación económica.

La oposición no ha logrado conectar con la sociedad. Incluso ni con una mayoría amplia del empresariado mexicano, que ve a un PRI, PAN y PRD, luchando más por intereses propios como el no desaparecer. Peleando más por migajas, que por el de darle un rumbo diferente al país.

Dante Delgado, líder nacional menospreció la alianza opositora, que, si bien se encuentra mermada de liderazgo, pudo haber sido su partido el que la encabezara, mostrando una cara diferente y posicionando un mensaje más nuevo ante el electorado mexicano.

Para nadie es un secreto, que, en el chisme de pasillo, anecdotario de columnas políticas, la imagen de Dante, es de comparsa del presidente López Obrador. Su brazo izquierdo para deshabilitar la alianza. Y una serie de sucesos ponen con argumentos lo comentado en mesas de análisis políticas. Dante Delgado, el as bajo la manga de Morena.

En Coahuila y el Estado de México, la decisión del partido naranja de ir sin candidato a las gubernaturas, solo ayudó al partido representativo de la 4T. Perdió la esencia de toda fuerza política, su razón de ser; la de competir en todas las elecciones. Porque el primer fin de un partido político es ganar elecciones. Después de ello viene el por qué y para qué quieren ganar elecciones. 

Su imagen que habían ganado obteniendo escaños en congresos locales, así como en el federal y el senado, se ha ido debilitando. Sumaron dos estados representativos en el país, como Jalisco en primera instancia, y después Nuevo León.

El verdadero peligro para Morena no era la Alianza Opositora, sino Movimiento Ciudadano. Los morenistas han sido los más hábiles en el plano nacional. No han permitido que la imagen de la oposición crezca, y en las últimas semanas dejaron en el ridículo a MC.

Los grandes perdedores han sido los naranjas. Más allá de estar o no de acuerdo con el Gobernador de Nuevo León, Samuel García, en su fallido intento de ser el candidato a la presidencia por su partido, tanto él como su esposa Mariana Rodríguez, mostraron en pocos días una inercia de crecimiento por conectar con la juventud, un sector de la sociedad al que es muy difícil de llegar.

Sus números crecieron, a tal grado que, si no es por el aprieto legal en el que se metió por realizar mal el protocolo de su licencia y su gobernador interino, era cuestión de semanas para desbancar a la opositora Xóchitl Gálvez de las preferencias electorales.

Dante pudo haber hecho a la oposición suya. Pero le falló la ambición, le ganó el ego y terminó en su partido en una gran crisis política. Hoy, no tiene un candidato capaz de levantar los números de Samuel García. El Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, pintó su raya y criticó la falta de visión de construir una gran Alianza por México. El alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio, se desmarcó del 2024, tajantemente dijo, no es mi tiempo.

Quitando a los personajes en mención, no hay uno que conecte con la gente, que pueda unir a los demás partidos.

La culpa del fracaso de la gran alianza opositora también es de los demás partidos, que se conforman con números pequeños de legisladores federales y senadores, con números en la calculadora para conseguir escaños que no den una mayoría calificada a Morena y que los obligue a negociar con ellos reformas. 

El PRI, cambió su esencia. No solo dejó de ser una máquina aplastadora y devoradora de elecciones –salvo el caso Coahuila– que ahora se conforma en completar bancadas en los congresos locales y el federal. El PAN no termina de entender que debe conectar con la gente, enfrascado en cuadros políticos que vienen marcados por la derrota. El PRD simplemente no existe.

Bajo este análisis, Movimiento Ciudadano pudo haber tomado el control, de darle al país un poco o mucho de oxígeno. Y con una campaña bien estructurada, poder haber logrado el triunfo en 2024.

En cambio, hoy su imagen quedó por los suelos, y de no haber un cambio de rumbo y timón en el horizonte –el cual no se ve por donde llegue- apuntan a disminuir su número de legisladores federales.

Hoy toman decisiones desesperadas. Como la de Mariana Rodríguez, la influencer esposa del Samuel García. Será la candidata a la alcaldía de Monterrey. Tiene todo para ganar la elección. Pero el mensaje al exterior del país, es vamos por el poder, sin importar que todo quede en la misma familia. Algo, contra lo que, en teoría, Movimiento Ciudadano lucha.

La culpa no es del indio, sino quien lo hace compadre, dice una de las frases tan recurridas en el coloquio mexicano. Y sí, Mariana es producto de la nueva política mexicana, una que sobresale ante la corrupción y malos gobiernos en el país del PRI y del PAN.

Difícil que en el corto plazo Movimiento Ciudadano retome el camino. Nuevo León no es todo México para darles un triunfo, sin contar que en el ajedrez Morena también juega como la alianza. Jalisco se dividirá y si los pronósticos no fallan, si trabajarán para el proyecto de Xóchitl.

De los otros 30 estados, bueno. Una gran mayoría al momento se inclina hacia el proyecto de Claudia Sheinbaum, y otro tanto lo pelearán tricolores, azules y amarillos unidos.

No pintan en el camino los fosfo fosfo, los naranjas. Jugaran mal el juego, se fallaron a sí mismos y le fallaron al país.

Dante Delgado, sigue en limbo. Ante las trabas legales que puso el Congreso de Nuevo León y la decisión final de la Suprema Corte de Justicia, para hacer que el mandatario estatal decidiera no competir en el 2024, dejó ver que se unirían sus votos legislativos a las reformas y propuestas por el presidente Obrador enviadas al Congreso de la Unión.

Mostró enojo, pero mostró también el momento que vive su partido. Sus legisladores –algunos, no todos- le respondieron que ellos no forman parte de alianzas por conveniencia, ni con los demás partidos opositores ni con Morena, sino que votan de manera libre por lo que como grupo político les parece mejor para México.

Lo anterior, evidencia que necesitan reconstruirse, si quieren seguir siendo en el futuro una verdadera opción.

Pero para que ello cambie y no sea lo mismo por lo que en teoría luchan, como lo típico de “son los mismos de siempre”, “son los dinosaurios viejos de la política”, necesitan cambiar, y de entrada no la harán. Dante Delgado es el amo y señor del feudo naranja, es su partido, su proyecto de vida, será sencillamente el eterno líder nacional.Samuel García terminará en algunos años más su sexenio con más puntos negativos que buenos. Alfaro está al borde del retiro prácticamente, y el único que a futuro aparece en el camino, pesando más el apellido por la historia que por los resultados, se llama Luis Donaldo Colosio.

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