La ruta de Morena

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Morena a concluido su proceso de elección interna. Es Claudia Sheinbaum, la candidata, aunque por los tiempos, aún no de manera oficial, por la presidencia de la república. Marcelo Ebrard se encuentra herido y está en suspenso si se retira de Morena, o incluso quedándose, ¿qué papel va a desempeñar? 

Los gobernadores morenitos, ya juraron amor eterno, y los otros candidatos perdedores como Adán Augusto, Ricardo Monreal, el petista Gerardo Noroña, y el supuesto ecologista, Manuel Velasco, ya empiezan a vender cara su derrota y apoyo a la causa de la 4T.

López Obrador, el pasado 7 septiembre se presentó a su típica mañanera. Llegó como presidente de México. Mostró otro talento, el de un camaleón; con esa habilidad de cambiar de color según las circunstancias, por su lengua rápida y alargada. Violando a leguas la ley electoral, pronto se quitó la banda presidencial. Se puso la de líder vitalicio de Morena, habló del proceso interno de su partido, indicando que pasa el bastón de mando al ganador de la encuesta –Claudia Sheinbaum- y luego, retomó la banda presidencial, burlándose de los mexicanos al señalar que ahora si gobernará.

El país tiene problemas de inseguridad, sequía en gran parte de las diversas regiones, temas como el de migración e industria con Canadá y Estados Unidos que no se han podido resolver y pudieran convertirse en un problema mayor para México. Pero el decidió hablar de su partido, de quienes fueron sus corcholatas. Se puso el sombrero de mago, de adivino, porque adelanto que la ex jefa del gobierno de la Ciudad de México, será la próxima presidente de nuestra nación.

Para él, la ruta de Morena es clara. Dar continuidad a su proyecto a través de su pupila. A través de quien echaron a andar la maquinaria federal por todo el país. No hay duda que los gobernadores de su partido y estructura se cargaron hacia un lado ante lo que a todas luces se vio como un dedazo, al viejo estilo de lo que ellos en teoría hoy rechazan, pero en la práctica es lo mismo.

Ni tan siquiera Mario Delgado, líder nacional ante el INE –porque no en la práctica- de Morena, pudo tener ese espectáculo, cobertura, sobre los resultados de las encuestas. En mega pantalla, bajo el esplendor de Palacio Nacional. La excusa del presidente, fue que no todos tienen internet para saber lo que pasó.

Mario Delgado, podrá tener los números a favor respecto a victorias electorales teniendo como nunca gobernadores de su partido. Congresos locales a su favor. Pero no fue su estrategia, sino la fuerza e imagen de un hombre, el verdadero dueño de la 4T, el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Por si Delgado no dio a entender en todo este tiempo como se hizo el proceso, el mandatario nacional lo hizo. Desde como escogieron a las casas encuestadoras, hasta a cuantos ciudadanos fueron encuestados. 

Tan democrático resultó ser el proceso que el presidente no tuvo empacho en decir que en todo proceso apoyó a Claudia, y con ello viene la interrogante, ¿a esto se refería Marcelo Ebrard con que se apoyaba a Sheinbaum desde el gobierno federal?, a lo que, en su momento, las ahora ex corcholatas dijeron que no tenían el mismo presupuesto.

Y claro, la bondad del presidente en su mundo no tiene empacho. Hasta los premios de consolación para los candidatos perdedores estaban en su discurso. Antes, sacó de nuevo sus dotes de adivino, y anticipó la pregunta sobre su ex Secretario de Relaciones Exteriores. De quien dijo es un líder, su amigo. Y de quien sabe pensará en el pueblo y la justicia.

Volvamos a los premios de consolación. Para el segundo lugar, tiene derecho a participar en el próximo gabinete o ser el dirigente del grupo morenista con aliados en el senado. Un gran premio de consolación en sus palabras.

Noroña y Adán Augusto buscaran ser senadores. Sí, van a querer amarrar su futuro por seis años más. El ex gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, regresará como legislador por el tiempo que queda, pero todo parece indicar que buscará ser parte del gabinete de Claudia, suponiendo que ella gane la elección presidencial, o ser diputado federal de su partido en la alianza con Morena. Esas son las dos rutas que le quedan.

Ricardo Monreal, ha dejado entrever la posibilidad de la Ciudad de México. Sus posibilidades se encuentran en un reacomodo de fuerza. No se le descarta, pero por enfrente, se encuentra el actual Secretario de Seguridad de la ciudad, Omar Hamid García Harfuch, quien tiene altos índices de aprobación y también ha mostrado su interés.

Los números son claros. Al momento, Sheinbaum, tiene la ruta a su favor. Una estructura partidista y de gobierno federal a su favor, con todo lo que ello implica. Pero, paso lo impensable. De frente, por fin hay candidata. De nombre Xóchitl Gálvez, que va creciendo y que, en plan, parecía que esta carrera la tenían ganada sin mayor esfuerzo.

La ex jefa de gobierno, no es precisamente una gran estratega. Perdió la mitad de delegaciones de la ciudad de México y legisladores federales. Ah, cuenta con su gran operador y quien desde Palacio Nacional será su jefe de campaña; el presidente de México.

Morena ha demostrado que no es nada democrático. Que viola la ley electoral a la hora que quiere, y que si necesita aceitar la maquinaria federal para su uso partidista lo hará. No importa si tenga que echar mano el presidente del cinismo. Sí, o acaso, ¿no es cinismo en plena mañanera decir que ahora sí gobernará al país?

La ruta es la continuidad de una fuerza política, a través de una persona que es manejable para el ejecutivo federal. Por donde lo vea, cada vez vemos que no aprendemos de nuestra propia historia. Le preguntamos de nuevo, ¿nos enfrentamos al posible Maximato del siglo XXI en México? 

La fuerza del estado actúa en favor de quien ejerce el poder. A todas luces, así se interpretó la intervención innecesaria de quien funge como titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda, Pablo Gómez, al polemizar sobre el proceso interno de Morena en redes sociales, criticando a Marcelo Ebrard, quien quedó molestó por el resultado y la forma en que se llevó el proceso. 

Bueno, la autoridad en materia de investigación fiscal entrando en un proceso electoral interno de un partido político que habla de democracia. Pues, ¡Que viva la democracia!

La vida interna de Morena, es de Morena sencillamente. Pero es un ente político que opera con recursos del pueblo mexicano, y desde ese argumento, es válido que la sociedad pueda investigar, criticar y cuestionar, al partido político que hoy en día gobierno más de la mitad del país.

¡Desde mañana gobierno! Se nos vienen muchos cuestionamientos. Imagínese su usted diciéndole a su jefe, desde mañana trabajo. ¡Caray! Porque la reflexión lógica ante el pronunciamiento que realizó López Obrador la mañana del 7 de septiembre es que en cinco años hizo de todo, menos gobernar.

En la época moderna, jamás se había visto de manera tan descarada la intromisión del gobierno a un proceso interno partidista, y desde luego al proceso electoral, porque ya estamos en el preámbulo del 2024. De manera adelantada, por cierto, violentando la ley electoral.

Creer que el presidente realmente ha pasado el estandarte de Morena queda en mucha tela de juicio. Por cierto, ¿el INE será capaz de sancionar lo que el presidente hizo?

¿Relevo generacional? Claudia y el presidente podrán no ser de la misma generación por edad. Pero, son de la misma generación ideológica. No hay relevo, es más de lo mismo. Rayan en la incongruencia, al señalar que hay relevo generacional, cuando al mismo tiempo dicen que hay continuidad.

El presidente le ha apostado a su mayor apóstol. Ha apostado, a su ingenio en materia de operación política. Apuesta a violar la ley, a raíz de entender que el INE, ni el Tribunal Electoral Federal, han sido capaz de meterle freno a sus constantes intromisiones. A raíz, de que no hay autoridad que sea capaz de señalar y actuar contra el desvió de recursos a favor de un candidato.

La ruta de morena es jugar en el ajedrez político con la imagen del presidente. Claudia ganó, pero mostró sus deficiencias, sus defectos. No es buena oradora, no conecta con la gente. No es buena estratega, ni operadora. Tampoco es buena funcionaria. No resolvió el tema del derrumbe de la línea 12 del metro, ni el intento de asesinato contra el periodista Ciro Gómez Leyva, las pésimas obras de drenaje en San Gregorio, Xochimilco. Es mujer, pero no resolvió los problemas de lucha del feminismo, y que constantemente terminaba en enfrentamiento a las afueras de Palacio Nacional.

Así que no hay mucho que pensar. La candidata presidencial es Claudia Sheinbaum, pero la ruta de morena se llama López Obrador. 

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