Editorial 82
En la vida, todo tiene propietario excepto la derrota. En este caso, Morena es propiedad del presidente, mientras que Movimiento Ciudadano es propiedad del experimentado político veracruzano Dante Delgado. Él es quien establece la dirección, planifica la estrategia y toma decisiones sobre los candidatos, lo que ha resultado en victorias tan notables como la de los estados de Jalisco y Nuevo León. Sin embargo, Delgado también es consciente de que las criaturas pueden crecer tanto que la propiedad corre el riesgo de fragmentarse, por lo que quizás sea necesario cambiar de estrategia en determinado momento.
La vieja elite política de nuestro país suele ser soberbia y poco generosa para permitir cambios generacionales, lo que lleva al estancamiento democrático, aunque hay algunas excepciones. La sucesión adelantada en la política ha desatado procesos internos en Morena y sus aliados, así como en el frente conformado por el PAN, el PRI y el PRD que muy probablemente se convertirá en una coalición para la elección de junio del próximo año.
A pesar de que en política nada está seguro, la lista de candidatos presidenciales en las precampañas ilegales nos da algunas pistas. Aunque la Sala Superior del Tribunal Electoral Federal dio su aprobación con una votación dividida de tres a cuatro, esto es una mala señal para la clara violación de la ley. La oficialidad y el frente son igualmente responsables de actuar anticipadamente a lo que parece una mera simulación. Si no les gusta la ley restrictiva existente, ellos mismos deberían haber trabajado en cambiarla en lugar de tener a muchos de sus miembros compitiendo por la elección. Lo verdaderamente lamentable y penoso es que las autoridades electorales no estén cumpliendo con su deber de hacer cumplir la ley en vigencia.
El gobernador de Jalisco, por tener la capacidad y los recursos para hacerlo, se enfrentó abiertamente a su líder Dante Delgado, rompiendo con la estrategia de no unirse al frente y en particular con uno de sus integrantes, el PRI. La postura del líder de Movimiento Ciudadano en cuanto a la elección de su candidato no está clara, lo que permite que los analistas y comentaristas planteen diferentes escenarios.
Los partidos del frente han estado presionando en público e incluso suplicando en privado para que el partido de Dante se les una. Beatriz Paredes y Xóchitl Gálvez, con más prudencia, piden esperar y no precipitarse, probablemente con la esperanza de que en algún momento se una a ellos. Dante Delgado ha ido y venido en su postura, lo que aumenta el misterio, pero ante la rebelión del poderoso gobernador jalisciense, se ha apresurado a ofrecer diálogo, ya que no querrá perder sus millones de votos.
Algunos creen que esto es una estrategia para evitar una fragmentación del partido al no permitir que el gobernador Alfaro se vaya con sus millones de votos. ¿Dante finalmente se ha convencido de unirse al frente y está ignorando al PRI en su apoyo a Xóchitl Gálvez? ¿Si es así, qué exigirá a cambio? En los próximos episodios se verá.
En medio de un escenario político marcado por la desconfianza y la decepción, es imperativo buscar alternativas que puedan cambiar el rumbo de nuestro país. Dentro de estas alternativas está, sin duda, Movimiento Ciudadano, una opción que ha ganado terreno gracias a su estrategia de marketing ofertando opciones frescas y con enfoque en la participación ciudadana. Sin embargo, frente a la maquinaria que se ha construido desde el poder en estos últimos años, solos sería casi imposible dar pasos significativos para revertir dicho fenómeno.
El problema no radica en el PRI ya que no tienen motivos tangibles para una división irreconciliable como lo han hecho parecer, de hecho, Dante fue parte de ese partido político en el pasado, ahí se formó, ahí aprendió, ahí construyó. Otros partidos buscan confrontarlo para hacerse de votos, es un acto desesperado donde culpan al PRI de absolutamente todo, gracias a la imagen que ha creado Alito en estos años. Ahora se volvió moda atacar porque saben que pueden tener eco entre la sociedad. No está claro quién ha causado más daño al PRI, si Roberto Madrazo o Alito Moreno, lo que es bastante lamentable. En cuanto a MC, lo que quieren es mantener su registro y han elegido al PRI como su enemigo común. Es estrategia política, no un compromiso con México.
