Con una victoria del 56.93% Manolo Jiménez Salinas, abanderado de la alianza PAN, PRI y PRD, aplastó al oficialismo en la elección por la gubernatura de Coahuila con un total de 765,979 votos. La coalición del PRI, PAN y PRD se consolidó y ganó en todos los municipios del estado, pero en lo individual, el PRI expandió su poder electoral, y sus otros dos aliados encontraron límites y pérdidas importantes, pues aunque la victoria fue tan amplia, si el PRI hubiera competido solo, habría ganado en los 38 municipios con 616,466 votos, equivalente al 47.3% del total de la elección, pues el PAN solamente aportó a la alianza 89,473 votos, lo que representa el 6.8% del total de sufragios emitidos; y el PRD 33,792, el 2.7%.
Estos resultados definieron el nuevo panorama electoral para este 2024, y la coalición se mantendrá íntegra solamente para la elección de diputados federales y senadores; en la elección de ayuntamientos el PAN irá solo, y la coalición se integrará por el PRI, PRD y UDC, mientras que los partidos PT y Morena, representarán juntos al obradorismo. La elección de este año, será solamente entre estas dos alianzas.
Actualmente 29 de los 38 municipios de la entidad son gobernados por alcaldes que provienen del PRI y del PAN, partidos que integraron la coalición que llevó a la gubernatura al actual gobernador. De los ocho municipios con mayor población, los partidos de la coalición encabezan 7 de ellos, y sus alcaldes gobiernan al 86 % de los habitantes del estado.
Por lo que Movimiento Ciudadano y el Partido Verde poco tienen que hacer en este proceso electoral con 41,124 votos del primero y 35,500 del segundo, pues irán solos en la elección de ayuntamientos.
Los partidos han comenzado a preparar el camino a la elección del 2024, pero basándonos en los resultados obtenidos por cada uno en la elección de gobernador del año pasado, sin tomar en cuenta los sufragios en los que se votó por la coalición completa o parte de ella, y de las bases electorales de cada uno, podemos proyectar una alineación política que facilita el triunfo de la coalición PRI, PRD y UDC, con con una base de 726,882 votos, pero no el carro completo. De acuerdo a esos números el PAN no lograría ganar ningún municipio con sus 89,473 votos en todo el estado, pero de haber ido en coalición, sus votos contribuyen lo suficiente para ganar los 38 municipios.
En lo individual PT cuenta con 173 mil 380, y Morena 279 mil 894 votos, juntos tienen 453, 274 votos a nivel estatal, y en coalición de acuerdo a sus resultados en la elección de gobernador, ganarían en 3 municipios. Aunque existen importantes dudas por la viabilidad y funcionalidad de dicha alianza debido a los diversos conflictos que surgieron en el proceso electoral en la confrontación de ambos partidos; pero en el caso de que esta proyección se construyera en los resultados obtenidos por los partidos en los distritos locales, podrían obtener la ventaja en al menos dos municipios más. En Castaños, lograrían el triunfo con 6,478 votos, contra 6,284 del PRI, PRD y UDC; que de haber ido en coalición con el PAN tendrían 384 votos adicionales para ganar.
En Frontera el PT y Morena, también tendrían un resultado positivo, pero cerrado con 16,038 votos contra 15,518 de la coalición, y el PAN obtendría solamente 1,671. En Nava, ganarían por 522 votos, pues obtendrían juntos 5,916 contra 5,394 de la coalición, y por su parte el PAN obtendría 649.
En la gran mayoría de los municipios el PAN obtendría votaciones por debajo del 6% y la coalición PRI, PRD y UDC de al menos 40% y en algunos casos del 50%, lo que les permitiría ganar con ventajas amplias en 35 municipios, mientras que PT y Morena quedarían en segundo lugar. Saltillo, capital del estado, la ganarían con 187,498 votos, de los cuales 174,537 son del PRI, contra 114,515.
En Torreón, municipio que pretendía gobernar Acción Nacional, la nueva coalición ganaría con 160,580 sufragios, el PAN obtendría 29,673; y PT-Morena 103,151. Abasolo sería ganado con 467. Acuña sería también para la coalición con 43,402; Arteaga con 8,126; Allende con 4,654; Candela 495; Cuatrociénegas 3,124; Escobedo 823; Francisco I. Madero con 14,573 contra 13,338; General Cepeda 2,483; Guerrero con 701; Hidalgo 412; Jiménez 2,469; Juárez 513; en Lamadrid, el PRI obtendría solo 50.5% y la coalición ganaría con 601 votos; Matamoros 32,027; en Monclova la coalición gana con 43,067; Morelos 1,747.
En Múzquiz, PT-Morena pierde con 12,284 votos contra 15,959 de la coalición; Nadadores ganan con 1,787; Ocampo 1882; Parras 9,844; Piedras Negras 39,359; Progreso 1,356; Ramos Arizpe 20,436; Sabinas 16,082; Sacramento 748; San Buenaventura 5,570; San Juan de Sabinas 8,768; San Pedro 27,599; Sierra Mojada 1,097; Viesca 5,445; Villa Unión 1,472; y Zaragoza con 2,828.
El Senado de la República, comúnmente es ganado por Acción Nacional, pero en esta ocasión la lógica electoral no da para cumplir nuevamente ese vaticinio histórico
En la elección de senadores, en la que se mantiene la coalición PRI, PAN y PRD, habrá que sumarle a los 734,604 votos de los partidos, el apoyo que les dará el Partido Unidad Democrática de Coahuila de 42,355, para tener una aplastante victoria de María Barbara Cepeda y Miguel Rikelme de un poco más del 35%, con 776,959 contra 502,008 votos de Morena-PVEM-PT, dejando con posibilidades de llegar al Senado de la República como primera minoría al candidato que encabeza la fórmula.
De mantenerse los resultados ya mencionados, el carro completo de las diputaciones federales sería para la alianza PRI, PAN, PRD que con el apoyo local de UDC, lograrían resultados que no se pueden revertir. Con la nueva redistritación nacional, Coahuila tiene un nuevo distrito, pasando de siete a ocho, que encabezan en 5 candidatos del PRI, 1 el PRD y en los dos restantes del PAN.
En el nuevo distrito ocho integrado por los municipios de Arteaga, General Cepeda, Matamoros, Parras, Ramos Arizpe, Viesca y una parte de Torreón; el titular será del Partido de la Revolución Democrática, y obtendría el triunfo con al menos 84,328 votos por encima de los 57,136 de los partidos oficiales. De los cuáles el PRI aportaría un poco más de 71 mil.
Los distritos asignados a candidatos del PAN, tendrían también un resultado holgado para consolidar el triunfo, pero de igual manera que pasó en las locales, el PRI sería el encargado de aportar la mayor cantidad de votos. En el distrito tres con cabecera en Monclova se tendrá como candidato a Theodoros Kalionchis, conocido empresario restaurantero y regidor, que ganaría con más de 90 mil votos, a los que el PRI le aportaría casi 78 mil, contra 77,841.
Guillermo Anaya irá como candidato en el distrito cinco de Torreón, en donde ya ha sido alcalde y senador, obtendría un triunfo con un poco menos de 90 mil votos, contra 52 mil. En este caso el PRI sostendría el triunfo de Anaya con un poco más de 70 mil votos.
Los distritos cuatro y siete, de Saltillo, tienen como candidatos a Jérico Abramo Masso y a Jaime Bueno, reconocidos políticos, se estaría reeligiendo en el cargo sin ningún problema al contar con un resultado de al menos 85 mil votos cada uno, contra no más de 60 mil de los candidatos del PT-PVE y Morena.
El distrito uno, con una potencial base electoral de 100,504 votos le darían el triunfo a Sonia Villarreal, ex alcaldesa de Piedras Negras y ex titular de la Secretaría de Seguridad, dejando muy por debajo a los 54 mil votos del otro candidato.
El distrito dos, tiene como titular actualmente a Patricia Cardona, y se integra por los municipios de Cuatrociénegas, Francisco I. Madero, Frontera, Lamadrid, Múzquiz, Nadadores, Ocampo, Sacramento, San Buenaventura, San Pedro y Sierra Mojada, que en conjunto pueden aportar hasta 93 mil votos por encima de los 72 mil de la otra coalición para lograr el triunfo y la reelección de su actual titular. Mientras que en el distrito seis, de Torreón, abanderado por Hugo Dávila, actual diputado local reelecto, y que garantiza el triunfo, podría también obtener al menos 90 mil votos para ganarle a los 55 mil de su contrincante. Además seguramente estos legisladores se acompañarán de dos diputados plurinominales coahuilenses, la actual senadora Verónica Martínez, y el coordinador de los diputados federales priistas, Rubén Moreira.
Estos resultados consolidan el liderazgo del gobernador Manolo Jiménez y la capacidad electoral de su partido y sus aliados, y mantendrían al estado como el único bastión priista que no ha tenido alternancia desde el 1 de diciembre de 1929, fecha en la que asumió la gubernatura Nazario Ortiz Garza; y por otro lado significa una derrota segura para los partidos del presidente que no han encontrado en Coahuila más que el desplazamiento de sus preferencias, aún y en contra de los recursos que ha destinado para este fin.
Todo esto no ha sido producto mediato de un solo proceso electoral, si no que ha sido construido sobre decisiones y estrategias políticas provenientes de numerosas experiencias en las urnas que han permitido al priismo coahuilense construir candidaturas viables y exitosas, lo que ha sido un factor determinante para que el Revolucionario Institucional se mantenga dentro de la preferencia electoral de los coahuilenses.