Editorial 87
Sin duda, el próximo proceso electoral será el evento político más relevante del país. Una contienda de gran magnitud en la que se disputarán veinte mil cargos de elección popular. Desde la Presidencia de la República, la Cámara de Diputados, el Senado, nueve gubernaturas, los congresos locales y las presidencias municipales. Son tiempos de agitación y efervescencia, el gran año político de México. El año en el que cambiamos al mandamás de nuestro país.
Nunca las fuerzas han estado tan definidas, alineadas y listas para el combate electoral (aparentemente). El ambiente y la atmósfera nacional se encuentran cargados de adrenalina y emociones encontradas. Es como si se estuviera “rascando la tierra para entrar al ruedo” en términos taurinos. La afición expresa vivas y contras al unísono. Cada uno tiene su grupo de seguidores, cada uno tiene su preferencia. En las próximas semanas, Morena y el Frente Amplio por México finalizarán la primera fase de sus respectivos procesos de selección de candidatos para la competencia presidencial. Ambas fuerzas políticas, a pesar de sus diferencias internas habituales, emplearán encuestas para determinar a sus triunfadores. Todo indica que conseguirán, aunque no sin algunos cuestionamientos y denuncias, validar sus procedimientos.
Cabe destacar que, durante sus procesos internos para seleccionar a un candidato, tanto el Frente opositor como Morena han anunciado fechas claves para llevar a cabo este proceso. Por el lado de Morena, un día después de que concluyan los recorridos por el país de los aspirantes, es decir, del 28 al 3 de septiembre, Morena realizará su encuesta. Del 4 al 6 de septiembre se procesará la información recopilada en la encuesta para que el miércoles 6 de septiembre se den a conocer los resultados. Por otro lado, el Frente Amplio por México, del 27 al 30 de agosto se llevará a cabo una segunda encuesta de opinión pública, cuyo resultado representará el 50% del puntaje necesario para obtener la candidatura presidencial. El 3 de septiembre se realizará una votación en línea para seleccionar al candidato de la coalición. Este resultado también representará el 50% del puntaje necesario para la postulación. Ese mismo día, el domingo 3 de septiembre, se anunciará a la ganadora de la candidatura a la Presidencia.
En Morena, Ebrard ha generado controversia al denunciar la movilización forzada de personas y el uso de recursos públicos en apoyo a Claudia Sheinbaum. El presidente negó los hechos y aparentemente restableció el orden, mientras que el excanciller declaró que no abandonará el movimiento. Sin embargo, es posible que se presenten sorpresas. “Todo puede suceder en la viña del Señor”. En los estados, antes de que se emita la convocatoria de Morena, ya se están produciendo los primeros cambios políticos, por ejemplo, Zoé Robledo se retira y Albores Gleason entra en la contienda por la candidatura al gobierno de Chiapas.
El Frente está saliendo bien de su proceso, pero las circunstancias le han jugado una mala pasada y una posible trampa política. De los tres finalistas, Beatriz Paredes, Xóchitl Gálvez y Santiago Creel, dos son del PAN y una del PRI, quien podría resultar ganadora debido a la fuerza de las estructuras del PRI y la división de los votos del PAN entre dos contendientes. Todo esto cambia el tablero político por la renuncia y declinación a favor de Gálvez por parte Creel. Aun así, Beatriz no se le disminuyen las posibilidades.
El problema es que Xóchitl, a pesar de contar con el aparente mayor apoyo ciudadano, podría ser superada por Beatriz debido a la maquinaria del PRI. Ante esta posible realidad, muchos esperarían la ruptura del Frente y una nueva agrupación de fuerzas políticas con el partido Movimiento Ciudadano. Marko Cortés, líder nacional del PAN, lejos de mostrar equilibrio en el proceso, decidió brindar su apoyo a Xóchitl sin ningún miramiento. El dilema para el PAN es serio y complicado. No es descartable que la alianza del Frente Amplio por México tenga, durante estos días, algunos roces y fricciones, los naturales en una contienda electoral. Esto puede llevar a malentendidos poniendo en riesgo la unidad que pactaron. Eso sería la joya de la corona para el proyecto de Maximato de Andrés Manuel.
La especulación dentro de las filas de Morena y sus satélites es un posible reagrupamiento estratégico del PAN, PRD y MC con Marcelo como candidato a la Presidencia y Xóchitl como candidata al gobierno de la Ciudad de México. Por otro lado, el PRI se quedaría con Beatriz Paredes. Otros dicen que poco antes del final de esta interna de la interna habrá manotazo sobre la mesa que pondrá en orden tanto al partido en el gobierno como a los de la oposición.
Más allá de las especulaciones, típicas de la política, lo importante es que las elecciones se lleven a cabo de manera libre, respetando el voto de los ciudadanos y permitiendo que la gente ejerza su derecho constitucional en paz y sin violencia.
