Encuestas, renuncias y tiempos de corcholatas

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Editorial 77

El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) es un partido político que ha ganado relevancia en la política mexicana desde su fundación en 2014. De hecho, se podría decir que es uno de los partidos políticos más importantes en la actualidad del país debido a su éxito en las elecciones presidenciales de 2018, donde su candidato, Andrés Manuel López Obrador, ganó con una victoria abrumadora. Además, en las elecciones intermedias de 2021 en México, Morena ganó la mayoría en la Cámara de Diputados, lo que le permitirá continuar con su proyecto político en el país.

En su ideología, Morena se presenta como un partido político de izquierda, que busca la transformación social y una lucha contra la corrupción y el sistema político tradicional de México. Su agenda política incluye temas como la lucha contra la pobreza, el respeto a los derechos humanos, la justicia social, la igualdad de género, el medio ambiente y el multiculturalismo. Sin embargo, su gestión en el gobierno ha dado mucho qué desear y ha sido objeto de duras y comprobables críticas por diferentes sectores de la sociedad, quienes señalan algunas inconsistencias en la realización de sus propuestas de campaña.

A pesar de ello, el partido ha crecido significativamente en los últimos años, especialmente en las áreas más vulnerables del país. La base electoral de Morena se ha fortalecido gracias a su presencia constante en redes sociales y su acercamiento a diferentes sectores de la sociedad, tanto urbanos como rurales. Es importante mencionar que Morena ha sabido capitalizar la indignación entre muchos mexicanos frente a la corrupción y la violencia en el país, posicionándose como una opción política atractiva para aquellos que buscan un cambio en la política tradicional en México. Hoy en día, la gran mayoría de las casas encuestadoras lo aprueban en un 56% aproximadamente. 

El partido del presidente ahora casi cubre de guinda casi todo el territorio nacional en materia de gobernadores, esto le da una amplia ventaja para definir el personaje que lo ha de suceder. El Consejo Nacional de Morena ha emitido una serie de decisiones, incluyendo nuevas directrices para la financiación de las campañas electorales, la selección de candidatos y la realización de encuestas de opinión para medir la popularidad de los posibles candidatos presidenciales de Morena.

El dirigente nacional del partido Morena, Mario Delgado Carrillo, anunció el proceso para la elección de candidatos para las elecciones presidenciales de 2024, el cual fue votado por unanimidad y busca evitar el “dedazo” que se ha dado históricamente en otros partidos como el PRI. Esto deja más dudas que certezas, un cúmulo de encuestas, definidas por los aspirantes y un método tan reciente e improvisado que da la impresión de que todo pudiera estar arreglado. El proceso estará a cargo del Consejo Nacional de Morena y las empresas de encuestas tendrán que contar con un aval en resultados anteriores. Cuatro empresas serán elegidas por sorteo para realizar el levantamiento de datos y una más por Morena. El cuestionario será aplicado por equipos que contarán con un coordinador, el encuestador y un representante del aspirante a la candidatura. Las personas encuestadas responderán en secreto y luego irá en una urna sellada, misma que será abierta hasta el final de la jornada, por lo que habrá actas para observar el proceso. Los aspirantes deberán renunciar a sus cargos al mismo tiempo que se registren ante la comisión de elecciones y el partido privilegiará el acercamiento con la población. En el proceso, la decisión será inapelable y los resultados serán dados a conocer por la presidencia del Consejo Nacional.

El recién pasado fin de semana, los aspirantes presidenciales de Morena en México se reunieron en la capital para llevar a cabo el primer desfile hacia la carrera por la presidencia del país. El evento estuvo marcado por ese color marrón característico del partido, los candidatos mostraron sus cartas hacia la ciudadanía y los medios de comunicación, con discursos que destacaron la coalición entre distintas fuerzas políticas y el deseo de construir un México igualitario.

Este evento marca “oficialmente” (al menos para el presidente) el inicio de la carrera hacia la presidencia de México rumbo al 2024, en el que el partido gobernante buscará retener la presidencia del país luego de sus últimos seis años en el poder. Sin embargo, la gran cantidad de aspirantes en Morena también muestra la fragilidad interna del partido, que ha visto una serie de escándalos y luchas internas a lo largo de su historia. Es importante que la ciudadanía no pierda de vista las luchas internas mientras observa este desfile de candidatos.

Y comenzamos con el primero en registrarse, como ese viejo comercial de cerveza a mediados de la década del 70: el que todos quieren. Es claro que, el preferido, dentro y fuera del oficialismo, y más dentro de la oposición es Marcelo Ebrard Casaubón. Ebrard buscará la presidencia a 42 años de iniciar su carrera en el servicio público. La mayoría de su trayectoria política está ligada al gobierno capitalino, al que se integró incluso antes de obtener su título como licenciado en Relaciones Internacionales en el Colegio de México. Su ingreso al Gobierno de la Ciudad de México fue en 1981, cuando comenzó a trabajar en la Secretaría de Planeación y Presupuesto. Su origen político está ligado al Partido Revolucionario Institucional (PRI). A mediados de 1988 y 1992 ocupó el puesto de secretario general del tricolor en el entonces Distrito Federal. Después fue secretario general en el gobierno del D.F. durante el mandato de Manuel Camacho Solís, personaje cercano a Carlos Salinas de Gortari y aspirante también a la silla presidencial. Fue también secretario general del extinto Partido de Centro Democrático (PCD), fundado por su mentor, Camacho Solís. Siendo candidato de esta bancada buscó la jefatura de gobierno del Distrito Federal en las elecciones en las que Andrés Manuel López Obrador consiguió la victoria. La cercanía con López Obrador empezó a inicios del 2000, cuando se unió a su consejo de asesores.

La que uno quiere, y esta referencia ha sido muy marcada desde muchos meses atrás: Claudia Sheinbaum Pardo, nacida en la Ciudad de México un 24 de junio de 1962. Es una política, académica y científica mexicana. Se ha desempeñado como secretaria de Medio Ambiente del Distrito Federal de 2000 a 2006, durante la administración encabezada por Andrés Manuel López Obrador y fue jefa delegacional en Tlalpan de 2015 a 2017. Es fundadora del partido Morena. En 2018 llegó a ser la primera mujer en llegar a la jefatura por medio del voto popular. En las elecciones de junio de 2021, su partido Morena perdió la mitad de su territorio ante la alianza PAN, PRI y PRD. Le causó molestia los memes que surgieron sobre el mapa político de la capital. Tras el sismo del 19 de septiembre de 2017, Sheinbaum se vio envuelta en la polémica al darse a conocer que su administración en Tlalpan otorgó permisos de construcción al colegio Enrique Rébsamen, mismo que se desplomó y causó la muerte de 19 niños y siete adultos. Durante su administración se han registrado tres accidentes en el Metro: el choque de trenes en la Línea 1 en 2020, el incendio de la subestación eléctrica de Buen Tono en enero de 2021, y la caída de la Línea 12 en mayo de 2021. Hasta ahora, por parte de sus contrincantes, así como para la clase política ajena a su partido ha sostenido que es la consentida del presidente Andrés Manuel.

El que pocos quieren, a pesar de ser el paisano y amigo leal de muchos años, no ha podido contar con el favor de los dos personajes anteriormente mencionados. No es la corcholata con mayores posibilidades, definitivamente. Adán Augusto López Hernández, nacido en Paraíso, Tabasco un 24 de septiembre de 1963. Es miembro del partido Morena. Su último cargo es el de la titularidad de la Secretaría de Gobernación, puesto que desempeña desde el 26 de agosto de 2021. Es considerado la mano derecha del presidente Andrés Manuel López Obrador, ​ quien lo llamó a servir en sustitución de Olga Sánchez Cordero. Fue gobernador de Tabasco entre el 1 de enero de 2019 y el 26 de agosto de 2021. Ha sido militante del Partido Revolucionario Institucional, del Partido de la Revolución Democrática y del Movimiento de Regeneración Nacional. Un dato interesante es que el padre de Adán Augusto, Payambé López Falconi fue un aliado clave en los inicios de la carrera política de Andrés Manuel, al ser el único notario público en avalar las Asambleas Públicas que organizó décadas atrás en Tabasco, razón por la cual se forjó una relación de lealtad y mutuo aprecio, misma que ha posicionado a Adán y a sus familiares en el paisaje político de México. Se ha rumorado que la familia de Adán no solo con el aval notarial fue apoyado, sino que también con lo más básico para la vida humana en tiempos difíciles.

Los que nadie quiere, y no es por menospreciar sus carreras o aspiraciones, simplemente no lograron la simpatía con la sociedad (requisito fundamental para un cargo de elección democrática). Y aquí hablamos del zacatecano Ricardo Monreal, el chiapaneco Manuel Velasco, del capitalino Fernández Noroña y de la sorpresa para todos, la mexiquense Yeidckol Polevnsky. Quedando “vestida y alborotada” luego de que la dirigencia nacional de Morena no le aceptara su registro para contender como “corcholata”. Veremos si esta impugna ante tribunales. 

Ricardo Monreal es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ). Cuenta con una especialidad en Derecho Constitucional y Administrativo, así como una maestría y un doctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde actualmente es catedrático en la División de Estudios de Posgrado. El zacatecano ha sido diputado federal en tres ocasiones y senador en dos periodos, gobernador y jefe delegacional. Además, ha militado en diferentes partidos, entre ellos, el PRI, PRD, PT, Movimiento Ciudadano y Morena. A pesar de ser uno de los fundadores de Morena ha tenido varios tropiezos, uno de ellos fue el distanciamiento con el presidente casi todo el sexenio.

El niño verde 2.0, Manuel Velasco Coello, es el que representa el liderazgo Moral del Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Lo más destacado en él son sus reacciones para con el personal de su administración como gobernador de Chiapas, altanero y vil. También por contraer nupcias con la actriz y cantante Anahí. 

Hablar de Fernandez Noroña o Yeidckol Polevnsky sería ocioso. Son caricaturas de la política actual construida por un presidente que creyó tener lo necesario como para transformar un país. Un México que heredará con la inseguridad hasta el tope y con el incremento de la pobreza que difícilmente se revertirá en un solo sexenio. 

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