El polémico método

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Editorial 80

En el mundo de la política, los métodos de elección suelen ser un tema candente y controversial. Las estrategias empleadas para seleccionar a los candidatos pueden marcar la diferencia entre una democracia consolidada y un sistema político frágil. Recientemente, han surgido métodos partidistas en México que ha dejado perplejos a propios y extraños. Un hecho que ha provocado una desbandada en la oposición y ha dado paso a un mar de críticas ¿Usted cree que una encuesta pueda suplir el voto popular?, ¿a qué juega la oposición en este país?, ¿cuáles son los verdaderos intereses de la oposición?

No nos dejará mentir que, tanto el partido en el poder como el de la oposición se han mostrado poco contundentes en materia de transparencia y democracia, puntos importantísimos para después pedir el voto a la ciudadanía que estará ávida e interesada. Este polémico método ha provocado una desbandada en la oposición para las elecciones de 2024 generando controversia y ha llevado a algunos políticos de la oposición a renunciar a sus partidos. Por la complejidad de la alianza y como una especie de imitación con el partido en el poder se le dio mucha relevancia a la “encuesta abierta” y ha sido utilizado en diversos países con el objetivo de permitir que los ciudadanos elijan a los candidatos de sus partidos políticos. Sin embargo, esta modalidad ha desatado críticas y divisiones dentro de los partidos de oposición en México.

Este sistema ha sido cuestionado debido a su falta de imparcialidad y transparencia. Algunos políticos han argumentado que las encuestas pueden ser manipuladas o favorecer a ciertos candidatos. Además, se señala que este método no toma en cuenta a la militancia de los partidos políticos, ya que cualquier persona puede participar en la elección de los candidatos, incluso si no es miembro del partido.

La decisión de nombrar al candidato o candidata a través de un comité integrado por los líderes de los tres partidos políticos que conforman la coalición ha causado controversia, ya que muchos comentaristas y sectores políticos esperaban un proceso más transparente y democrático. Además, ha generado preocupación debido a que no se estableció un proceso claro y justo para seleccionar al candidato, lo que aumenta el riesgo de posibles tensiones internas.

Este movimiento político ha llevado a numerosos sectores a cuestionar la viabilidad de la coalición, y algunos sugieren que podría estar a punto de desintegrarse. Es importante señalar que el éxito de la coalición “Va Por México” en los comicios de 2024 depende de la unión y cohesión de los partidos, ya que sólo así podrán ofrecer una opción representativa y fuerte. Una elección que excluya ciertas opiniones y perspectivas dentro de la coalición revela las debilidades y limitaciones de la misma.

El anuncio que realizaron el antepasado lunes las cúpulas partidistas, acompañadas de reconocidos personajes del sector privado y público, señalaba que el método consiste en tres etapas. La primera es la inscripción de aspirantes a la candidatura a partir del 4 de julio ante la comisión de registros de cualquiera de los tres partidos. Aquellos que busquen la designación deberán contar con el “respaldo ciudadano” en una plataforma virtual. Siendo 150.000 firmas como mínimo para cada uno. Cabe destacar que este proceso se hará bajo un nuevo nombre con el fin de evitar posibles sanciones del árbitro electoral, siendo el Frente Amplio por México, justificado en un artículo de la Ley de Partidos que permite la formación de frentes “para alcanzar objetivos políticos y sociales compartidos de índole no electoral”. Con esta denominación será registrado ante el INE y la candidatura electa será denominada como “responsable nacional de construir un frente amplio por México”, también con la intención de evitar sanciones por actos anticipados de campaña. 

La segunda etapa del proceso consistirá en un “foro” o “debate” en el que participarán quienes se hayan registrado y cumplido previamente con el requisito de las firmas. Todo esto sin interactuar entre cada uno de los candidatos. Después de ese encuentro se llevarán a cabo estudios de opinión pública (es decir, encuestas) para elegir solo a los tres personajes con los mejores porcentajes de aceptación, que serán los pasen a la tercera y última etapa. Los finalistas se encontrarán en cinco debates más y nuevos estudios de opinión (lo que quiere decir: más encuestas todavía). El 3 de septiembre se celebrarán elecciones primarias en las que podrán participar únicamente quienes se hayan registrado en la plataforma electrónica de la primera etapa. Los comicios tendrán un valor de 50% y los sondeos el mismo valor, siendo esto un poco injusto para la participación ciudadana directa. El que cumpla con los mejores números y métricas de estas tres fases será el candidato de la alianza Va Por México. 

Sería prudente para los líderes de la coalición reconsiderar su estrategia y establecer un proceso de selección justo y equitativo. Es fundamental que la coalición tenga un candidato fuerte y que represente la diversidad de perspectivas que existen dentro de los partidos que conforman la coalición. Esto podría lograrse a través de un proceso de selección más inclusivo, que permita la participación de distintos sectores y que garantice la transparencia y equidad del proceso. En caso contrario, el futuro de la coalición podría estar muy comprometido y las posibilidades de éxito en las elecciones presidenciales podrían disminuir significativamente. Se hace necesario que la coalición mantenga la unidad y la cohesión política para poder ofrecer una opción viable a los ciudadanos en un contexto político cada vez más polarizado.

La democracia mexicana se encuentra en momentos de cambios y desafíos importantes, y es fundamental que las coaliciones políticas trabajen de manera unitaria y transparente para garantizar la estabilidad y la viabilidad política del país. La elección del candidato presidencial para las elecciones de 2024 es una tarea difícil y delicada, pero es fundamental que se lleve a cabo de manera responsable y respetando los valores democráticos y la pluralidad política del país.

Tampoco crea usted que quienes hoy abandonan a la oposición son unos verdaderos demócratas. Al final del día, ambos grupos lo que buscan es el poder. A través de los partidos políticos y conseguir diversos puestos de elección popular.

La principal interrogante debe ser, ¿qué busca la oposición?, ¿qué buscan sus líderes?, buscan realmente la presidencia de la república o las cuotas de poder a través de la partidocracia y mantener el control político. Al momento no hay un proyecto de la oposición, hay intereses personales y de grupos. 

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