El camino naranja

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Tanto la 4T como el Frente Amplio por México ya tienen definido su ruta hacia el 2024. No solo eso, rompiendo las leyes electorales ya se mueven en el país con sus principales cabezas, armando los equipos y aceitando su militancia.

Pero en la carrera por la presidencia de la república, los naranjas, el llamado Movimiento Ciudadano, jugará un papel importante para definir al o la próxima mandataria del país. Ellos, no con todas las cartas para ganar, siendo que así lo marcan los sondeos de opinión, pero serán el fiel de la balanza.

Descartado el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, por tener favoritismo hacia otro proyecto –noticia que es pública-  el otro Gobernador de ellos, el regiomontano, Samuel García, ya con solicitud de licencia ha entrado en el juego.

Dante Delgado, líder nacional no descarta para ser quien abandere la candidatura, y al mismo tiempo volvió a meter al juego al aún morenista, al ex Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.

Samuel García, primero debe superar sus propios problemas, el congreso local de Nuevo León. En una de esas, ante un poder legislativo local, con la autoridad y constitución en contra del mandatario estatal, le puede provocar serios problemas de poder, como tener la facultad de nombrar un gobernador interino en contra del influencer político.

La brillantes de Samuel no radica en su capacidad política, sino en el poder de las redes sociales, en el poder de la nobleza y carisma que representa su esposa, Mariana. Armar una campaña eficaz y eficiente como la que lograron en tierras del cerro de la silla, no tiene los mismos matices para llegar a sentarse en la silla del águila.

Ya enfrenta una campaña contra sus mismas palabras. Una campaña de desprestigio, que incluso es más candente de la que enfrentó el Bronco, también ex gobernador de Nuevo León.

Su amigo, el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio, si bien le dio su respaldo, indicó en medios que su decisión era precipitada, aludiendo en que debía continuar a seguir trabajando por el bien de su estado.

El ex senador, ahora debe revertir lo que un día prometió a sus ciudadanos, el estar los seis años al frente del poder de uno de los estados más pujantes del país. Un estado que lleva dos años luchando con los serios problemas de la falta de agua, y que es justamente uno de los pendientes más graves del mandatario.

En el plano nacional, y solo suponiendo que sea el abanderado, que no llegaría con ese empuje con el cual encabeza la candidatura que hoy lo tiene gobernando. Es decir, desconoce el terreno de empezar casi desde cero, y sin el mismo empuje con el cual llevó una campaña de éxito junto a quien es su compañera de vida.

Pero su principal problema sigue siendo el mismo estado. Nuevo León tiene un empuje natural en materia económica construido a través de su historia, gobernantes y empresarios, su riqueza natural, y no por el gobernador en turno. Agregue, la incertidumbre que lejos de traerle aplausos, le ha traído desconfianza, ante el anuncio de la llegada de Tesla a su estado, donde ni a la primera piedra han llegado; entre la crisis mundial ocasionada por dos guerras en diferentes zonas geográficas del mundo, y la indiferencia mostrada en los últimos meses por la empresa de autos eléctricos.

A pesar de sus desventajas ya señaladas, mantiene un índice de aprobación respetable. Es temprano para medir, el efecto de su solicitud de licencia.

Dante Delgado, líder nacional, no se ha descartado para ser abanderado. Pero su juego es más astuto. Preservar el poder político desde su movimiento –dueño y amo único de MC-conocedor de lo que hoy en día representan. Y no hablamos de posibilidades reales de ganar la presidencia, sino de ser el factor más importante para inclinar la balanza electoral hacia Morena o el Frente Amplio por México.

Es de la vieja guardia. Un amigo y compañero de batallas del presidente Andrés Manuel López Obrador, de quien ahora dice se separó. Pero en los hechos, Dante, ha operado a favor del mandatario nacional, tomando decisiones que desconcertaron a su militancia, como el hecho de no haber mandado candidato a la gubernatura del Estado de México. Decisión, que inclinó la elección a favor de Delfina Gómez, ex Secretaria de Educación de AMLO.

Para el líder nacional del movimiento naranja, la principal tarea es la supervivencia de su partido, asegurando prerrogativas y curules legislativas, que le ayuden a seguir creciendo en el ánimo de la gente, para obtener mayor cuota de poder a través de candidatos con una buena imagen ante el electorado.

Ante ello, Dante Delgado, volvió a abrir la caja de pandora, al declarar a medios en el Consejo Político Nacional de su partido, la posibilidad de que el ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard, juegue bajo su mando como cabeza de la elección presidencial.

Marcelo en especial, daría otra connotación a la pelea por la presidencia. Daría al MC una posibilidad más cercana de incrementar el poder, pero lo que más lograría, sería alejar al Frente Amplio por México, de acceder a él.

Sería la lucha de dos mujeres, contra un hombre preparado en el terreno electoral, y en el de gobernar. Uno capaz, de quitarle piezas claves a los demás bandos. Uno, con el conocimiento necesario para saber dónde pegarle a la 4T, y seguir siendo un crítico de la derecha en el país.

Marcelo Ebrard no es un porro, pero tampoco se deja. Carácter lo tiene. El tiempo y el espacio actual no lo pusieron en su lugar idóneo, que es Morena, pero su esperanza de salir en la boleta está latente por el lado de Movimiento Ciudadano.

Sin tantos reflectores, Movimiento Ciudadano ha dejado de lado al género femenino, en especial, a la ex priista, y legisladora federal perteneciente a la bancada naranja, Ivonne Ortega.

Ella, solo ha mencionado su deseo. No ha formado una estructura fuerte, y tampoco ha jugado un papel de suma importancia de la vida cotidiana de fuerza naranja. Su mayor papel político, fue como gobernadora de Yucatán, y lo hizo bajo la bandera del PRI.

La han descartado, ya que en el discurso del líder nacional ella no ha aparecido. Sabedora también, no solo de sus pocas posibilidades de ser la candidata, sino de poder ganar la madre de todas las batallas.

Salvo que Ebrard tome la batuta, los demás solo aspiran a restar votos a otra fuerza política. Son cuadros políticos conocidos, pero no al tamaño de Marcelo.  Sin decir que el ex secretario federal tiene todas las canicas para ganar la guerra electoral del 2024.

Ya demostró que sabe dar guerra y desestabilizar, pero al final del día, también mostró sus puntos débiles, como el jugar las contras al presidente. No fue disciplinado, y tendría una maquinaria federal que también conoce sus secretos. Ya sabe que los de la 4T no les da por guardarse nada.

La ruta de Movimiento Ciudadano no ha sido clara respecto al candidato presidencial. Pero, si hay un partido que apunta a salir beneficiado a pesar de una probable derrota electoral, son ellos. Hay que tener talento para llevar a un partido político a seguir vivo.

Que el gobernador Alfaro les opere en contra les perjudicará. Pero, aun así, conservan municipios que les pueden ayudar a tener un cierto margen porcentual de votación que les garantice curules y presupuesto. Lo último, lo que siempre está en juego para los partidos perdedores.

Dante Delgado sabrá obtener el mejor provecho posible de la siguiente elección federal. Solo él ya tiene muy en claro la ruta, camino a seguir del movimiento naranja. Pero Movimiento Ciudadano, sin duda será el fiel de la balanza.

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