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La semana pasada y de manera inesperada el Consejo Político Nacional del PRI aprobó una reforma a los estatutos, todo esto con la finalidad de contar con las facultades suficientes para la extensión de la prórroga de la dirigencia nacional de Alejandro Moreno hasta concluir el proceso electoral del 2024 en donde la renovación será tanto del ejecutivo federal como de las cámaras de diputados y senadores.
Es la segunda ocasión que, sin hacer extensa la invitación a la Asamblea Nacional del PRI, Alejandro Moreno presentó 52 modificaciones a los estatutos de su partido, entre todas ellas venía una con el interés personal de preservarse en la presidencia del PRI hasta el 2024 sin tener ningún problema legal al interior. Los estatutos contemplan que el Consejo Nacional tiene la facultad de “determinar la prórroga del período estatutario de la dirigencia nacional en los casos en que la renovación concurra con un proceso electoral o dentro de los tres meses previos a éste”; esto quiere decir que si el proceso electoral inicia en septiembre del año previo a las elecciones, el 18 de agosto del 2023, fecha en que concluiría el ciclo de Alejandro Moreno al frente del PRI nacional, entraría en ese lapso de tres meses. Por otro lado, el famoso plan B de la reforma electoral le cambia la jugada al proceso electoral definiéndose para la tercera semana del mes de noviembre de un año antes de las elecciones federales. Quedando a más tardar el 17 de noviembre del 2023. Esto lo dejaría fuera de esos tres meses estatutarios que establece el PRI. Y es por ese cachito reglamentario faltante que el Consejo Político Nacional hizo la modificación de tres meses por noventa días hábiles, de tal forma que el 18 de agosto del 2023 se encuentra dentro del nuevo plazo y por lo tanto, podrá extender su dirigencia sin ningún problema.
Es importante recordar, dentro de los altibajos que ha tenido Alejandro Moreno y su equipo que, hace seis meses, el 14 de junio para ser precisos, un grupo de expresidentes nacionales del PRI pidieron su renuncia a consecuencia del resultado electoral. Alito Moreno aseguró su permanencia hasta donde los estatutos lo señala, con fecha límite del 18 de agosto del 2023. Hoy esa fecha puede prolongarse sin ningún contratiempo dejando esa promesa como incumplida hacia la militancia priista. Hoy el artículo 83, fracción 37 de los estatutos del PRI le permite hacer caso omiso a lo prometido meses atrás.
Las reacciones no se hicieron esperar, Claudia Ruiz Massieu, publicó en sus redes sociales: “nos dijiste que no te quedabas en la dirigencia más allá del 19 de agosto del 2023. ¿Vas a cumplir? E hizo énfasis en que “la base para que el PRI nacional recupere la confianza de la gente es la congruencia. No se puede ofrecer inclusión por un lado e impulsar reformas a la medida por otro. Respetemos la vocación plural, democrática e incluyente del PRI para garantizar la unidad”. De igual forma el senador Miguel Ángel Osorio Chong anunció que acudirá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para impugnar la reforma estatutaria. También el exgobernador del estado de Guerrero, Héctor Astudillo Flores presentó su renuncia al Consejo Político Nacional en protesta de lo ocurrido.
El priismo cierra el año con discrepancias y diferencias. La importancia de mostrar unidad y acuerdos al interior será relevante para la continuidad del proyecto que ostentan. No se olviden que sin política se pueden hacer muchas cosas, pero gobernar, en el poder o en la oposición, es imposible.