Los New York Jets anunciaron que Aaron Rodgers no continuará como mariscal de campo del equipo, y se moverán en una dirección diferente en esa posición. En un comunicado conjunto, el entrenador Aaron Glenn y el gerente general Darren Mougey expresaron que la decisión fue tomada después de una reunión con Rodgers, donde se le informó sobre la intención de hacer el cambio. «Era importante tener esta conversación ahora para brindar claridad y permitir que todos tengamos tiempo de planificar nuestros futuros», señalaron. Además, agradecieron a Rodgers por su liderazgo, pasión y dedicación, deseándole éxito en sus próximos pasos.
Por su parte, el dueño de los Jets, Woody Johnson, también expresó su agradecimiento a Rodgers. «Su llegada en 2023 fue recibida con gran entusiasmo, y siempre estaré agradecido de que eligiera unirse a nosotros para continuar su carrera en el Salón de la Fama», destacó. Johnson recordó cómo Rodgers se identificó con la cultura del equipo, los fanáticos y la ciudad de Nueva York. «Siempre será bienvenido y le deseo lo mejor en lo que elija hacer a continuación», agregó.
Durante sus dos años con los Jets, Rodgers disputó 18 partidos, logrando seis victorias, aunque su tiempo estuvo marcado por una importante lesión en el tendón de Aquiles. A sus 41 años, su futuro en el fútbol americano sigue siendo incierto, ya que no ha decidido si continuará su carrera en su 21ª temporada.
Rodgers tiene un año más de contrato con los Jets, con $37.5 millones no garantizados, que debía impactar con $23.5 millones en el tope salarial. El equipo enfrentará un cargo de $49 millones en dinero muerto, que podría distribuirse en dos años si lo cortan después del 1 de junio. Sin embargo, esa opción implicaría mantener parte del impacto salarial hasta esa fecha. En caso de que Rodgers decida retirarse, se mantendría la misma contabilidad.