El QB se presentó con los Jets, que lograron un duro triunfo en tiempo extra
Aaron Rodgers abandonó el campo con la asistencia del carrito de las emergencias. El esperado debut del veterano quarterback de 39 años con los Jets terminó abruptamente después de la cuarta jugada de su primera serie ofensiva. Una noche en la que una apurada victoria fue el remanso.
Con Rodgers fuera después de sufrir una lesión en el tobillo izquierdo, tras ser capturado atrás de la línea de golpeo por Leonard Floyd, los Jets celebraron el triunfo por 22-16 ante los Bills en tiempo extra.
Xavier Gipson le dio la única alegría de la velada a sus aficionados, al devolver 65 yardas una patada de despeje para anotar los puntos de la victoria.
Rodgers había acaparado reflectores después de consumar su traspaso de Green Bay. Ayer, fue el encargado de salir corriendo ondeando la bandera de Estados Unidos en el MetLife Stadium para recibir la ovación de miles de seguidores de los Jets que abarrotaron el inmueble. Ésa fue la única alegría que les brindó en el inicio de su nueva era con el que es su segundo equipo en la NFL.
En la segunda serie ofensiva del juego, Rodgers intentó un par de pases —el segundo sin validez debido a un castigo— que fueron incompletos.
Zach Wilson se hizo cargo de la ofensiva neoyorquina y aportó un pase de anotación y 140 yardas por aire; fue la defensiva la que sostuvo al equipo para ganar al lograr tres intercepciones a Josh Allen, quien sólo pudo lanzar un pase a las diagonales.
Con 1:46 minutos, los Bills avanzaron hasta dejar en la pierna de Tyler Bass la opción de forzar el tiempo extra con una patada que dio en el poste antes de entrar. Luego no anotaron y, al ceder la ofensiva, Gipson los sorprendió con el TD del triunfo.