El pintor británico-alemán Frank Auerbach, reconocido por su arte figurativo y sus retratos, murió el lunes a los 93 años en Londres, según informó The Guardian. Nacido en Berlín en 1931, Auerbach fue rescatado en su niñez del régimen nazi y trasladado al Reino Unido a través del programa Kindertransport, que evacuó a niños judíos de la Alemania nazi. Sus padres fueron asesinados en el campo de concentración de Auschwitz.
Auerbach, una figura central del arte figurativo posguerra, se destacó especialmente por sus retratos y escenas de la vida urbana en Camden, Londres, donde trabajó durante 50 años. Su estilo único le permitió crear un legado artístico, caracterizado por su constante experimentación y su enfoque en la expresión visceral de la pintura.
Geoffrey Parton, director de la galería Frankie Rossi Art Projects, recordó al artista como “uno de los mejores pintores de nuestra época” y lamentó su partida, destacando que su trabajo seguirá resonando a través de las generaciones.
Durante su carrera, Auerbach mostró una técnica que le llevaba a desechar hasta el 95% de sus trabajos, buscando siempre nuevas formas de expresión.