¿Y si no quiero un juicio?

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Hace algunos años tuve la oportunidad de representar a una sociedad en un  procedimiento de arbitraje, participando en dicho procedimiento pude apreciar muchas diferencias entre el arbitraje y los juicios en los que hasta esa fecha había participado, por ejemplo, en primera instancia el corredor que llevó a cabo el proceso hizo que las partes que participamos en él nos conociéramos, puedo decir que dicha situación hizo que ambas partes nos humanizáramos y no nos viésemos como partes que iban a pelear por tener la razón, sino como socios comerciales recordando la buena relación que tuvo que haber para que las partes implicadas hicieran negocios entre ellos, en segunda instancia se privilegiaba la explicación de determinadas situaciones que llevaron a ambas partes a actuar de la forma en la que habían actuado para incumplir determinadas partes del contrato que habían celebrado, es decir, se dio oportunidad a cada una de las partes de manifestar los porqués de su falta a los acuerdos que llegaron cuando iniciaron el negocio, y derivado de dichas explicaciones las mismas partes se dieron cuenta que el rompimiento de las relaciones comerciales que parecía inminente, fue producto de la falta de comunicación entre ellas, me sorprendí muchísimo de que se suscribió un convenio y tanto mi representada como la parte contraria se encontraban no solo realmente contentas de haber celebrado un convenio, sino de que la relación comercial que tenían había sanado.

En el desarrollo de mi carrera profesional he aprendido que cuando surgen diferencias entre personas, un juicio no siempre es la mejor solución para resolver esos problemas, y aunque sabía de la existencia de los “Medios alternos de solución de controversias” pocas veces había hecho uso de ellos para la resolución de conflictos, sin embargo, cuando entendí que muchas veces las partes no buscan tener la razón, sino sanar la relación ya sea comercial, familiar, o de amistad que tenían con la parte contraria en un conflicto, empecé a ofrecer a los clientes soluciones alternas a los juicios.

Aprendí que no es lo mismo que una autoridad jurisdiccional te de la razón a que por medio del diálogo las partes convengan la resolución de su conflicto, incluso como mencioné en líneas anteriores, muchas veces las partes terminan sanando la relación que tenían antes de haber roto las obligaciones pactadas.

Colega abogado: utilicemos los medios que tenemos a nuestro alcance no solo para ganar juicios, sino para resolver los problemas que aquejan a nuestros representados, a veces es mejor tratar de comunicarnos con la parte contraria y ofrecer llegar a un acuerdo utilizando las herramientas que el PJECZ ha puesto a disposición de todos los ciudadanos para desahogar la carga de trabajo en los órganos jurisdiccionales atendiendo en todo momento el acceso a la justicia de (válgame de la redundancia) los justiciables; si es tu deseo utilizar los Medios Alternos de Solución de Controversias hazle saber dicha situación a tu abogado (de confianza) o bien, acércate al CEMASC del PJECZ el cual se encuentra ubicado en  Isidro López Zertuche número 2791 Colonia los Maestros. Saltillo, Coahuila de Zaragoza o bien puedes pedir informes en el teléfono (844) 7 77-44-51, estoy seguro de que un funcionario resolverá tus dudas.

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