Por Jesús Alvarado
Al momento solo se ha visto el anuncio de inversión de Tesla en Santa Catarina, Nuevo León, acompañado de una serie de predicciones favorables al desarrollo, pero sin el anuncio de inversiones gubernamentales que encaminan el crecimiento general.
Se ha apagado el boom comercial de hablar de la llegada de Tesla al norte del país. En primera instancia beneficiando a Nuevo León, pero con la instalación de una proveeduría que superará tal inversión y que se encamina a instalarse en el sureste coahuilense.
Lo sorprendente, es no ver una planeación oficial desde el gobierno central que apuntale la magnitud de dicha derrama económica. La red de carreteras entre Nuevo León y Coahuila están rebasadas por la población entre ambas entidades. Se encuentran en mal estado y serán insuficientes ante el inminente incremento del tránsito vehicular que habrá en un par de meses más.
La seguridad de las carretas entre Nuevo León y Tamaulipas adolecen de seguridad, tema que no debemos dejar de pasar desapercibido. Es cierto, un tema tabú de la mayoría de los gobiernos estatales, pero que siguen sin dejar de resolver. Coahuila es la tercera entidad más segura del país, pero sin inversión en infraestructura por parte del férreo centralismo desde la Ciudad de México.
Un tema que ya he tocado. La insuficiencia del IMSS que se refleja aún más y que desbordará problemas mayores. Ramos Arizpe, ciudad coahuilense con la constante llegada de empresas cuenta con un hospital de denominación rural. La capital coahuilense, con clínicas del instituto de salud ya mencionado con la capacidad agotada. Agregue el pésimo estado de la infraestructura. Las clínicas de Nuevo León no dan para más e inclusive tienen que recibir pacientes de otros estados.
La pregunta del millón. ¿Ya cuentan con un estudio de cuánta energía eléctrica se va a necesitar para abastecer a Tesla y la proveeduría? Porque no será poca. ¿Está la CFE preparada para tal reto?, o caso seremos testigos de los primeros apagones a escala en el norte del país.
EL REMATE
Las inversiones extranjeras a México y en especial al norte del país llegan más por nuestra ubicación geográfica con los Estados Unidos y nuestra mano de obra calificada, pero no, por las políticas económicas, energéticas, y fiscales de nuestro gobierno. Nuestro gobierno históricamente no acompaña los momentos mundiales. En específico, el nearshoring llega más por esa reubicación que por una promoción.
Por último. ¿Nuestras universidades están a la altura del nearshoring?
