Por Fernando Urbano
Hace tiempo Lopez Obrador generó compromisos que le sirvieron para ganar votos que lo llevaron a la presidencia, pero hoy las acciones de su gobierno y sus afirmaciones son excesivamente lejanas a la realidad que alguna vez se atrevió a afirmar.
Entre sus múltiples promesas incumplidas, la que sin dudarlo le ganó más adeptos fue la de bajar el precio de la gasolina. En noviembre de 2016, AMLO como precandidato presidencial aseguró que “Si Morena estuviera gobernando, la gasolina costaría 10 pesos el litro”. Después, en diciembre de 2018, en su toma de protesta, con aplausos y vitoreos de fondo dijo “pronto, muy pronto… va a bajar el precio de la gasolina y de todos los combustibles”. Hoy dice que él nunca dijo eso.
Hace unos días, Xóchitl Gálvez le recordaba esa promesa incumplida al presidente y además, le señalaba que el precio de la gasolina casi ronda en los 30 pesos. Inmediatamente las huestes del presidente salieron a defenderlo y asegurar que todo era una mentira. Hasta el mismo presidente se auto defendió y dijo que dicha afirmación era falsa: “Hagan una revisión de todas las gasolinerías…, ¿Dónde está a 28 pesos el litro? ¡Nada!, era empezar el año mintiendo, todo orquestado”. Nosotros, podemos afirmar solamente dos cosas, la primera que López como ya es costumbre, miente. La segunda que desconoce totalmente la realidad del país.
Datos de ese mismo día de la Comisión Reguladora de Energía, exhiben en su página que la gasolinería Rubén Barrera Ordoñez, de Apazapan en el estado de Veracruz, comenzó a vender a partir de las primeras horas del 2024 la gasolina magna a 28.99 pesos el litro y la Magna a 29.99 pesos, información que es pública y el titular del ejecutivo descaradamente desconoce.
Los “ciudadanos” simpatizantes del hoy presidente, que alguna vez se manifestaron durante una semana en el pasado sexenio, por un incremento de entre 40 y 70 centavos, que colocaba en ese entonces el litro de gasolina en 17 pesos, hoy, que sobrepasa los 28 y llega casi a los 30 pesos, callan, le aplauden y lo justifican.
El aumento del IEPS, que se aplica al combustible este año, fue de 4.3%; que representa 6.17 pesos por litro de en la gasolina magna, 5.21 pesos para la premium y 6.78 pesos en el caso del diésel.
Aunque el presidente busque con “otros datos”decir lo contrario, los combustibles se ha disparado más del 35 por ciento desde que empezó la administración de la 4T,; en 2018 la gasolina regular tenía un costo de 17 pesos con 50 centavos por litro; y la gasolina roja de 18.50 pesos. Solamente en la parte final del primer semestre del año pasado, los precios de los combustibles aumentaron más que la inflación, pues desde diciembre del 2018 al mes de agosto de 2023, la inflación acumuló un incremento del 23.15 por ciento.
Esta promesa incumplida se suma a la larga lista de otros tantos temas que se encuentran en la misma situación, y seguirá siendo el principal reclamo social hacia el presidente. Los fracasos seguirán en esta última parte del sexenio sobrepasando la realidad inexistente, y López hará hasta lo imposible para esconderlos en mentiras que mañosamente seguirá hilando en su farsa sexenal denominada “la mañanera”.
