Es un producto editorial que quiere rescatar la tradición periodística mexicana y llevarla a lo más contemporáneo con un excelente contenido.
Hoy vivimos una época donde los jóvenes cada vez leen menos, y aparece una ilustradora ya con un recorrido consolidado como el tuyo. ¿Qué le pueden representar las ilustraciones a las nuevas generaciones?
Algo muy importante que hay que tomar en cuenta es que las ilustraciones son en sí mismas también una editorial, una opinión, un texto, una reflexión. En sí, las palabras son ilustraciones que todos podemos decodificar de la misma manera que una ilustración. En este sentido, la ilustración en la cuestión periodística siempre ha ido acompañada de los textos para poder llegar a más público. En la actualidad sigue cumpliendo en gran medida esa función.
¿Cómo es tu proceso creativo para la realización de la revista?
Debo leer para poder expresar en la ilustración lo que quiere cada autor. Decía un ilustrador que yo admiro, Saúl Steinberg, que para dibujar algo se tiene que entender, y para entenderlo se tiene que pensar. Quiere decir que se tiene que hacer una reflexión profunda de lo que se va a ilustrar, para poder expresarlo en trazos.
Creo que cada uno de los editorialistas de la revista tienen ya una línea de pensamiento muy marcada, nuestros seguidores lo han podido notar, así que trato de expresar con trazos y figuras lo que ellos dicen en palabras.
¿Cómo has sentido la evolución de los columnistas junto a tus ilustraciones?
Este ha sido un año bastante interesante en donde ya llevamos 53 semanas con este proyecto. Son 53 revistas con esta edición. Creo que en cada edición se ha ido compenetrando más la complicidad entre ilustración y editorialistas. Lo cual lo hace cada vez más fácil porque vas conociendo un poco más de qué habla cada quien, cómo es su manera de expresarse, entre otras cosas. En mi particular punto de vista se ha ido haciendo cada vez más sencillo la cuestión del trabajo semana con semana. Pero también eso lo ha hecho más interesante porque nos permite echar andar más la imaginación y lograr más cosas.
¿Cómo ilustrar cuando a veces no coincides con el autor?
La ilustración es decir sin palabras. La gran bondad que tienen las imágenes es la polisemia, que no es más que pueden tener múltiples significados e interpretaciones. Cuando en particular no he sentido gran afinidad por las posiciones o posturas ideológicas muy particulares, trato de ser bastante respetuosa, pero al mismo tiempo hago uso de ciertos elementos que pueden dar interpretaciones variadas, dependiendo de quien lee esas ilustraciones. Y digo lee, porque las imágenes también se leen. Se leen de acuerdo a la profundidad del bagaje cultural y la capacidad reflexiva que tenga cada persona.
La ilustración, la caricatura nos da mucho de ello, y no por nada la caricatura política ha sido una de las principales expresiones o ilustraciones que han acompañado el quehacer periodístico para poder sortear todos estos caminos peligrosos en donde se puede decir sin palabras.
¿Cuál ha sido tu mayor reto dentro de la revista?
Mi mayor reto ha sido precisamente poder llegar a un punto medio en donde se pueda dar cabida a todas las voces, pensando sobre todo en que no es mi propia voz la que se tiene que escuchar. En parte sí, pero también la de todos mis compañeros y compañeras que trabajamos en este proyecto.
¿Desde la política también se puede crear arte?
Claro, todo es político, aún más el arte.
¿Qué calificación le darías a la revista El Ahuizote en este su primer año?
Yo calificaría al Ahuizote como una revista emergente. Acaba de cumplir un año. Fueron unos muy buenos primeros pasos. Este próximo año espero que sea un año de consolidación, de cambios de madurez y de posicionamiento. Creo que tenemos todo para lograrlo.
¿Cuáles son tus influencias?
Mira en la cuestión de diseño me encanta y admiro mucho el trabajo de Alejandro Magallanes; uno de los artistas, diseñadores, más importantes en México actualmente. Siempre lo considero como una referencia. En cuanto a ilustración me encanta una española que se llama Flavita Banana. También Steinberg, que fue un caricaturista increíble de The New Yorker, y en cuanto al cartón político, ilustración admiro profundamente a Ríus –quien no lo admira-. A Naranjo, un artista de las mil líneas. Uno de los grandes iconos vivos que es Helio Flores, sobre todo porque son personalidades de una trayectoria y de una ideología muy sólida que lo largo de su carrera nunca se traicionaron y fueron muy incisivos.
¿Aspiras a continuar con esta línea?, ¿cómo te ves en un futuro?
A mí me encanta todo lo que tiene que ver con el diseño editorial. Este tiene sus ramas; como es la fotografía editorial, la ilustración y la caricatura que apoyan a los textos. Sin embargo, a mí en un futuro me gustaría consolidarme como directora de arte y diseño de productos editoriales.
¿Hay generaciones que pueden traer esperanza al tema del arte, del diseño editorial?
Me obligo a creer que sí hay esperanza. Digamos que es complicado. A mí me gusta mucho la frase de una socióloga que ahorita no recuerdo el nombre, pero decía que cuando piensas que una o dos personas no pueden cambiar el mundo es todo lo contrario. Sino que siempre un puñado de personas, no más de cinco, han sido los que han logrado hacerlo. Los que lideran las grandes revoluciones, los grandes cambios, la verdad son grupos pequeños.
En el sentido de la cuestión artística siempre han sido los más pocos los que llegan a sobresalir o aportar algo. Son pocos los que llegan a marcar una tendencia, o en realidad hacer cambios significativos. En este sentido pueden salir miles de artistas, miles de ilustradores, miles de diseñadores y solo un puñado muy pequeño van a ser los que logran hacer esos cambios significativos como ya lo he señalado, espero que haya algunos y algunas aquí en Coahuila.
El Ahuizote como política y cultura. ¿Cómo se puede enfatizar aún más el tema político y cultural dentro de una sociedad como la coahuilense?
La verdad es que política y cultura están más unidos de lo que pensamos. No quiero que se malinterprete mi comentario, pero, las grandes dictaduras han sido las más conscientes de la importancia que tiene la cultura en el ámbito político. Porque se enfocan mucho en la música que se escucha, en la estética que se maneja, en las cosas que comen, en las imágenes que usan; entonces ellos hacen una instalación global en donde comes, bebes, escuchas, respiras cierta ideología, y eso es la cultura. Entonces, ¿qué es lo que te hace la cultura? guía la forma en que vas a interactuar en sociedad, por eso la cultura es muy potente. Quien sabe manejar la cultura, sabe manejar el rumbo político que lleva una sociedad. Creo que en Coahuila hay un área de oportunidad muy grande en donde se puede generar identidad y que esa identidad traiga una fortaleza política muy importante que beneficie a nuestra sociedad y a nuestra gente.
