Néstor J. Hurtado Vera.
Como muchos lo imaginábamos, Donald Trump ganó las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Y aunque muchos pudieran afirmar, que se vienen tiempos difíciles para la relación bilateral entre México y el vecino del norte, la realidad es que habrá tensiones naturales en seguridad y migración, pero todo en el marco de lo normal.
Pero algo radicalmente distinto, o un problema diplomático, tampoco creo que suceda, al final Trump, como magnate y experto en negociaciones, tiende a declarar o amenazar, para después negociar; tal y como pasó con el expresidente, Andrés Manuel López Obrador, que, en sus años donde coincidieron, hubo una relación estable.
De hecho, creo que la “4T” se siente más cómoda con Trump, que con los Demócratas. Coincidiremos en que, con Trump y el gobierno de López Obrador, hubo más afinidad, que la que hubo con Joe Biden, en donde se lanzaron duros dardos en temas como la seguridad, el narcotráfico o inclusive la Reforma al Poder Judicial.
Pero, en resumidas cuentas, el triunfo de Trump, ¿nos beneficia o nos perjudica?, Creo que ni una, ni la otra, todo en su justa proporción, aquí les explico el porqué.
Por ejemplo, en lo local, podemos decirle adiós a Tesla en Nuevo León, que se encontraba detenida justamente por las elecciones, y muy seguramente, ahora se instale en Texas.
De hecho, creo que muchas empresas entrarán en incertidumbre para invertir o reinvertir en México por el tema de los aranceles, pero sin lugar a dudas, estados como Coahuila, que tienen buenos niveles de seguridad, de competitividad, y de preparación en su mano de obra, seguirán recibiendo empresas, aprovechando así el fenómeno del “nearshoring”.
Solo habrá que estar atentos a una de las últimas propuestas de campaña de Trump, quien advirtió que, si el Gobierno de México no frenaba la migración y las drogas, pondría aranceles a todos los productos mexicanos, lo que afectaría gravemente al Tratado de Libre Comercio (T-MEC).
En otro enfoque, creo que el Gobierno de México, ya debe estar pensando en reorientar su presupuesto del próximo año, para reforzar las dependencias de seguridad y migratorias, lo cual internamente, nos conviene.
En sencillas palabras, México es un país fuerte, sólido, y si bien este resultado influye directamente, hoy en día somos su socio comercial más importante y ellos el nuestro. Además, los lazos poblacionales y culturales, me hacen pensar que nuestro país seguirá siendo el aliado más importante de los Estados Unidos.
En un análisis internacional, veo bien que Trump pueda intervenir en la guerra entre Rusia y Ucrania, que además de procurar primordialmente la paz y salvar vidas humanas, ayudaría a contener la inflación que se ha desatado principalmente por el impacto en energéticos y en alimentos como el trigo.
En fin, pudiéramos hacer más proyecciones o pronósticos, pero la realidad es que, en estos tiempos tan cambiantes, lo único que nos queda, es luchar por nuestro país, por nuestra gente y obviamente por nuestras familias.