Por Jesús Alvarado
Leyendo el diagnostico de “Education at a Glance 2023”, nos encontramos que, en nuestro país azteca, tan solo 1 de cada 100 estudiantes de educación superior (universidad o posgrado) logra salir al extranjero a estudiar idiomas, hacer prácticas, proyectos de titulación o estancias temporales.
Pero para mí, la pregunta del millón se centra más allá de si lo es por falta de oportunidades. Tampoco considero que sea conformismo, sencillamente somos caseros. Nos gusta estar en México.
Si lo relacionamos con el futbol, los mexicanos que logran llegar a la liga profesional, prefieren quedarse en el mercado nacional, ganando bien, que irse a probar suerte a las ligas europeas, que son las de primer nivel.
Quienes migran a los Estados Unidos, lo hacen pensando en mejores condiciones de vida, que la precaria en la que vivían. Porque, en un contexto de tener una vida promedio en nuestro país, se quedan de este lado del charco.
Otros que migran, son por falta de condiciones de seguridad en algunas zonas del país que no se le ve ni para cuando mejoren. Tienen esa renuencia a querer abandonar México.
El mexicano es luchón. No se da por vencido tan fácil. A veces aún en la lona sigue peleando hasta el último suspiro. Pero hay batallas que por más que quiera pelear se encuentran fuera de su alcance.
Con esto, no dejamos de lado la falta de oportunidades que la autoridad debe proveer para que el mexicano pueda especializarse en diferentes áreas en el extranjero. Como muchos otros estímulos y becas que han desaparecido, están las del Conacyt.
No confundir experiencias de especialización y desarrollo que permean con periodos de un año a dos como mínimo, con experiencias de viaje. Porque para eso, el mexicano se pinta solo. Hasta de mochilazo se va.
Tiene que ver la cultura en la que hemos crecido. Mire usted, Luxemburgo, Australia, Reino Unido, Suiza y Austria, son en orden los países que más altos niveles tienen de movilidad internacional.
Falta apoyo gubernamental, pero falta más preparación emocional para que nuestros estudiantes tengan dentro de sus proyectos querer salir a comerse el mundo. Desde los programas de educación básica, decirles que pueden y deben aspirar a conocer otras culturas y regresar mejor preparados.
EL REMATE
Poco a poco la vida cotidiana económica regresa a Acapulco. Oxxo anunció que sus tiendas en dicha ciudad serán rehabilitadas y reabastecidas con productos básicos para apoyar a la población.
Luego del devastador paso del huracán Otis en Guerrero, hoteles abrirán parcialmente a partir del 15 de diciembre en Acapulco. No será suficiente para que la derrama económica apoye a una población de casi un millón de habitantes que prácticamente lo perdió todo.
Por otro lado, la percepción de vacacionar en Acapulco es baja. Quienes gastan sus ahorros en vacaciones decembrinas, así como quienes de endeudaran para pasar los días navideños en la playa, no piensan hacerlo en una que se encuentra en reconstrucción y carente de satisfacer al momento las necesidades de su propia población.
