Semana Santa de contrastes

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Por Joselo de Velasco

Las cifras de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México (SSPC) reportan que durante la Semana Santa o entre el 1 y 7 de abril fueron asesinadas más de 506 personas en el país, un promedio de 72 por día, que si bien es una reducción aparente al promedio de 80 homicidios con que cerró 2022 vemos que las muertes alcanzan todos los sectores del país y en especial las problemáticas más graves o que más afectan la imagen del país, migración, turismo y sector empresarial. 

El periodo vacacional inició con 4 hombres asesinados en pleno Cancún, emblema turístico nacional que recibe anualmente más de 6 millones de visitantes a través de su aeropuerto. Si bien 4 muertes pasarán desapercibidas en el sexenio más violento de la historia del México democrático, no dejan de ser consideradas en las alertas de viaje que emiten otros países a sus ciudadanos. 

La noticia más sonada en nuestro estado fue el secuestro de 35 personas que viajaban de Guanajuato con dirección a Saltillo y que fueron secuestradas en San Luis Potosí. Posteriormente se descubrió una red de secuestradores, principalmente de migrantes que operaba impunemente en las carreteras de dicho estado.  

Por el contrario, Coahuila tuvo saldo blanco en carreteras y eventos de semana santa, el orden y la tranquilidad para el turismo y paseantes. Los municipios que experimentaron lanzado eventos o festivales reportaron números positivos, restaurantes, hoteles y los pocos centros recreacionales que hay también se vieron favorecidos. 

En tiempo electoral se presta para cuestionarnos si queremos transformarnos en un estado como los que gobierna Morena, que reportan asesinatos y desaparecidos en sus carreteras o continuar como uno seguro y transitable. Claro que Coahuila tiene inconvenientes para viajar y es natural que después de cinco años de presupuesto en el ramo carretero se deterioren nuestras vías de comunicación. 

Un país se maneja con acciones y soluciones, 5 años de discursos y despilfarros nos llevan al sexenio más violento en la historia del México moderno, pero también a una deuda histórica, la actual administración ha superado los 14 billones de dólares. Además la Ciudad de México, gobernada por Morena, se alza ahora como el estado más endeudado.

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