Por Jesús Alvarado
México y el mundo están pasando por una escalada en el incremento de los precios de los productos básicos, de los bienes y servicios en general, lo que usted cotidianamente conoce como inflación.
Semanas atrás se aseguraba a que el presidente López Obrador fijaría los precios de ciertos productos, pero al final dio a conocer que no va fijaría precios en los productos para controlar la inflación porque lo importante es llegar a un acuerdo con productores. De serlo así, sería un acierto a nuestro ver.
El Banco de México, que tiene como objetivo operar la política monetaria del país, a través de diversas medidas como recorte de efectivo y ajustando las tasas de interés trata de apoyar a hacer menos gravosa la escalada de precios, y justamente solo puede opinar y asesorar sobre el control de precios, pero no fijarlos.
Decir que la escalada en los precios es producto de la invasión de los rusos a Ucrania y secuelas de la contingencia sanitaria, sería leer la última página de un libro, o darle ese último sorbo al café y creer que hemos descubierto lo mejor de su sabor.
En México, los productos agrícolas tienen un control desde hace muchos años en los intermediarios. Según el contexto, los intermediarios pueden tener un papel positivo o negativo para el desarrollo y fortalecimiento de la cadena.
Continuemos con el caso del campo en nuestro país, de los productos agrícolas. Documentándonos sobre este grave problema, nos encontramos en Francisco Chew Plascencia, líder del Movimiento Social por la Tierra (MST), explicando que la producción de alimentos en México recae en pequeños productores campesinos, en un 70 por ciento; donde se trata de ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios. “Sin embargo, en la cadena productiva son los monopolios los que acaparan la mayor parte de la producción, se ubican en la transportación y comercialización, y son quienes se quedan con buena parte del valor dependiendo el producto”. Pero lo más importante, son ellos quienes fijan al final del día los precios.
Hoy en día, el litro de gasolina ronda de los 21 a 25 pesos de acuerdo con la zona geográfica en la que te encuentres ubicado. El costo de la canasta básica se ha incrementado constantemente. Urbes como la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, con un transporte por el momento más moderno, en ellas, parte de la sociedad vuelve a utilizar medios más baratos de transporte.
EL REMATE
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en la primera quincena de abril se registró una inflación de 7.72 por ciento, la mayor en 21 años.
La inflación acrecentó los problemas de informalidad y trabajos con paga indigna que ya atravesaba México, lo que ha provocado que 7 de cada 10 mexicanos no puedan comprar una despensa básica, alertó la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).