Por Israel Reyes
Esta suele ser la reacción más común cuando se habla de política. Y es comprensible, después de todo, todas esas discusiones y debates pueden ser tediosos y desalentadores. Sin embargo, no podemos negar la importancia que tiene la política en nuestro país. México está pasando por una época muy compleja y es precisamente por eso que necesitamos generar un cambio. Pero ¿cómo podemos hacerlo? La respuesta es simple: participando activamente en la política.
En la actualidad, los jóvenes y adultos jóvenes son un gran sector de la población de nuestro país y como tal, tienen la capacidad y la responsabilidad histórica de generar un cambio positivo en la vida política de México. Dejar la indiferencia de lado pensando que “la política no es lo mío” o “a mí no me afecta”. Esa apatía es precisamente lo que nos mantiene en el mismo lugar, y de ello se aprovechan aquellos que no te representan a ti ni a tus intereses.
Es cierto que la política en nuestro país puede ser una monserga, pero dejar que los mismos de siempre sigan tomando las decisiones dándole rumbo a nuestro entorno no puede ser una opción. Ya lo había dicho anteriormente: si no haces política tú, la harán los corruptos a tu nombre. En medio de una crisis climática, bancaria, social, etcétera. Es importante recordar que “hacer política” no es solo participar en elecciones o pertenecer a un partido político. Puedes hacer política al informarte sobre los problemas que aquejan a tu comunidad, al proponer soluciones, al discutir con tus amigos y familiares, al salir a votar, al exigir transparencia y rendición de cuentas a los gobernantes y, sobre todo, al ser un ciudadano crítico y proactivo.
En este momento político tan complicado en México, no podemos darnos el lujo de quedarnos de brazos cruzados. Es importante recordar que la democracia no es algo que se da por sentado; es algo que se defiende todos los días. En un país como el nuestro, en el que las desigualdades económicas y sociales son extremas, hacer política puede ser la única forma de lograr cambios que beneficien a toda la sociedad. ¿Te preguntas qué puedes hacer para involucrarte en la política sin sentirte abrumado? Aquí hay algunas recomendaciones para empezar:
Infórmate: lee diversas fuentes sobre los temas políticos y económicos que te interesen. No te conformes con lo que te dicen en la televisión o las redes sociales. Recuerda que las noticias pueden estar sesgadas o incompletas.
Participa: asiste a reuniones políticas, conferencias, foros de discusión y demás eventos en los que se debaten temas públicos. A eventos acuden personas con intereses comunes, estos y podrían generar buenos contactos para acciones colectivas.
Investiga a los candidatos: si tienes la intención de votar, es importante que investigues la carrera de los candidatos. Examina sus propuestas, antecedentes y proyectos. Recordemos que los elegimos para quedarse por años tomando las decisiones que nos afectan a todas y todos.
Conoce tus derechos: es importante que sepas cuáles son tus derechos y cómo puedes defenderlos en caso de negligencia por parte de las autoridades.
Sé un ciudadano activo: hay muchas formas de involucrarse en la política sin ser un político. Podrías participar en una asociación civil, apoyar una campaña en línea o dar tu opinión en una petición en línea. Cada acción cuenta, y mucho.
Por último, hacer política no es una tarea fácil ni mágica, pero si realmente deseas un cambio en México, es momento de dejar la apatía de lado y sumarte a esta tarea. No permitas que otros decidan por ti. Tu futuro y el de tu país están en tus manos.
