Por Jesús Alvarado
Todo lo que soñamos de manera personal o como sociedad se trabaja. No se da por arte de magia, no existe esa lámpara de Aladino a la cual pedirle el deseo, ni hay recetas exactas para lograr la paz y tranquilidad de una localidad.
México es un territorio para analizar, para desmenuzar por regiones y con una variedad de factores, que no son por igual, por ejemplo, en Chihuahua como en Veracruz.
La mayoría del territorio azteca sufre de los estragos de la violencia. Pero se insiste en practicar modelos que han fracasado, modelos que no son acordes a la realidad. Para ello, debe revisar porqué Coahuila y Yucatán se mantienen entre los más seguros de la nación.
En el caso Coahuila, un modelo que arranca no solo por capacitar a la policía estatal, sino a las corporaciones municipales, en un modelo integral que se le ha llamado Mando Único.
Saltillo, Piedras Negras y Torreón están dentro del TOP15 de las ciudades con mayor índice de percepción ciudadana que dicen sentirse segura, con confianza. Uno de los puntos, es el salario de los policías, el cual es competitivo frente a la iniciativa privada.
La capacitación es fundamental, por lo que en el estado del norte son sometidos a meses de entrenamiento a través de su universidad en materia de seguridad, y una vez egresados, de acuerdo a sus habilidades son liberados a las diferentes corporaciones.
La inversión en patrullas, armamento, filtros y arcos de seguridad, da una confianza a los elementos, pero sobre todo a sus familias, de que cuentan con mejores condiciones para desarrollar su trabajo.
El modelo Coahuila funciona, y funciona bien. Pero también hay otros buenos modelos que deben analizarse y ver de acuerdo a la región cual utilizar.
EL REMATE
Otros datos. En entidades como Oaxaca, Guerrero y Chiapas sólo 1 de cada 10 habitantes tienen agua todos los días. Esto se explica debido a la marginación y falta de infraestructura para el tratamiento y distribución de aguas.
En México, sólo la mitad de los mexicanos cuenta con suministro de agua todos los días, de acuerdo con cifras del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social). De manera cotidiana, sin considerar las sequías localizadas, se estima que entre 12 y 15 millones de personas carecen de agua potable en el país.
Esta problemática se intensifica en algunas regiones, particularmente rurales, donde la infraestructura para el tratamiento y abasto de aguas es modesta. Por ejemplo, en Oaxaca, Guerrero y Chiapas sólo 1 de cada 10 habitantes tienen agua todos los días.
