Por Fernando Urbano
En su discurso de toma de protesta en el zócalo de la Ciudad de México, el entonces presidente electo se comprometió a que en su sexenio existiria un auténtico estado de derecho, y aseguró que a nadie le estaría permitido violar la Constitución o las leyes. “No habrá impunidad y se van a cancelar, abolir, los fueros y los privilegios”. Y junto con sus compromisos hizo públicos sus tres mandamientos, no mentir, no robar y no traicionar.
Pero el propio mesias, Andrés, sus hijos, y sus más cercanos, han cometido pecados mortales al violar con pleno y total conocimiento lo que algún dia el mismo escribió, además de faltar a sus propios compromisos. López Obrador es un mentiroso, un ladrón y un traidor.
López el mentiroso. La empresa SPIN, ha contabilizado las mentiras que diariamente dice el presidente en las mañaneras, en promedio, diariamente 103 veces afirma inexactitudes o datos falsos en cada conferencia matutina. Y sus más cercanos y protegidos siguen su ejemplo plagiando, inventando cifras, produciendo títulos, calumniando y haciendo compromisos imposibles de cumplir.
Pero también ha mentido ofreciendo soluciones que realmente no existen, como la megafarmacia que ha costado 3 mil millones para surtir solamente cinco recetas por día; o con el tren que no ha logrado un solo recorrido sin presentar un problema; su refinería que no produce nada; y su aeropuerto que es totalmente inoperante.
Afirmó que iniciando su gobierno de forma inmediata la inseguridad iba a desaparecer, y pasó todo lo contrario; acusó de haber cometido actos de corrupción a sus adversarios políticos y nunca ha podido probar esa afirmación.
López el traidor. El presidente ha traicionado a México y a la constitución, la misma que juró cumplir a cabalidad. López ha impulsado a través de sus legisladores reformas inconstitucionales, eliminó fondos y fideicomisos, y desapareció programas públicos. Ha buscado hacerse de órganos autónomos, a los que continuamente ataca, y ha forzado la inoperabilidad de estos que son sumamente importantes en la vida del estado.
Además ha buscado controlar las elecciones, en todas las formas posibles. Y sin duda, su escandalosa alianza con el crimen organizado, para manipular electoralmente el territorio controlado por estos grupos criminales, con lo que ha logrado casillas sometidas a la voluntad de Morena.
López el ladrón. Este sexenio y su presidente trascenderán como el más corrupto de la historia. En este sexenio se ejecutó el fraude más grande que se ha documentado, el que ocurrió en Segalmex, institución creada y dirigida por el antiguo jefe y amigo de López Obrador, Ignacio Ovalle.
Y con total impunidad y con el visto bueno del propio presidente, sus hijos se han beneficiado a través de diversos actos de negocios adquiridos por corrupción en Pemex, el aeropuerto, la refinería y el inservible tren.
Las campañas de Morena en todos los niveles, hasta la de Claudia Sheinbaum, se han financiado a través de miles de millones de pesos del erario público, y de negociaciones, extorsiones y cobros de piso pagos a empresarios y proveedores.
AMLO cree que el pueblo es ciego, pero el 2 de junio será el día que tendrá que realizar su acto penitencial y recibirá su perdón o su castigo.
