Por Fernando Urbano
Hoy ya es lejano el 7 mayo del año 2014, al igual que las palabras que mencionó el entonces eterno candidato y entonces presidente del Consejo Nacional del Movimiento Regeneración Nacional, López Obrador en el municipio de Tecámac, en el Estado de México, con las que aseguraba que si llegaba a ser Presidente de México metería a la cárcel a todos los corruptos del país, y con especial enjundia dedicaba su mensaje a los que aseguraba “se han dedicado a saquear el Estado de México”, y particularmente señalaba a Eruviel Ávila, y sentenciaba que debería de ser juzgado por sus actos de corrupción; sin embargo esto nunca pasó, y hoy Eruviel, es un aliado del presidente y del oficialismo.
Eruviel, y otros tantos ex gobernadores priistas, que alguna vez fueron señalados como los peores ejemplos de la corrupción por el propio López Obrador y sus huestes, ninguno está en la cárcel, a ninguno juzgo, y se convirtieron en sus aliados más serviles, después de ser perdonados y purificados por el manto protector de su excelentísima majestad, Don López Obrador.
La historia en todos los casos es la misma, pactó con los que él calificaba de “corruptos” para que le entregaran el gobierno de sus estados, y después se les convertía en aliados y se les premiaba. Como Alfredo del Mazo, que estuvieron a nada de convertirlo en Senador plurinominal, pero las bases morenistas le hicieron saber su descontento al oficialismo.
El exgobernador de Hidalgo, Omar Fayad, fue enviado por López como representante de México en Noruega. Con la misma suerte corrió la exgobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, que fue designada cónsul en Barcelona, aunque carece de experiencia diplomática y tenía varias acusaciones por corrupción. Carlos Aysa, exgobernador de Campeche, y al que por meses la hoy gobernadora Layla, lo acusó de todo, y ahora es embajador en República Dominicana. El exgobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, fue premiado como embajador de México en España.
Carlos Joaquín González, exgobernador de Quintana Roo, fue designado como embajador de México en Canadá. Alejandro Murat Hinojosa, exgobernador de Oaxaca, es un caso particular, inicialmente negó cualquier nombramiento que se les ofreció, pero busco de todas las maneras posibles hacerse de la dirigencia del PRI nacional, y de ser su candidato a la presidencia, hoy sin dudarlo, puedo asegurar que su intención era entregarle el tricolor al lopezobradorismo; hoy es candidato plurinominal al senado por Morena.
Antonio Echevarría, exgobernador de Nayarit, también fue beneficiado después de permitir la llegada de Morena a su estado, y fue nombrado consejero del Consejo de Administración de la Comisión Federal de Electricidad, aunque no cumplía con los requisitos legales.
Pero, aunque los ya mencionados fueron bendecidos directamente con el perdón de López, la 4T y sus aliados pretenden llevar al Senado a un número importante de exgobernadores, que han sido señalados por diversos delitos, seguramente para protegerlos con fuero. Como candidatos del oficialismo y que pretenden llegar por el voto directo están José Antonio Álvarez Lima, de Tlaxcala; Jaime Bonilla, de Baja California, y Eugenio Hernández, de Tamaulipas. Por la vía plurinominal, serán senadores Adán Augusto López, de Tabasco; Javier Corral, de Chihuahua; Marcelo Ebrard, de la CdMX, y Manuel Velasco, de Chiapas.
Y no podemos dejar pasar al polémico gobernador con licencia de Morelos, y amigo íntimo del presidente, Cuauhtémoc Blanco, al que le urge llegar a la Cámara de Diputados para resguardarse en el fuero.
