Por Jesús Alvarado
El fraude siempre es latente. Con economía pujante o en decadencia. Siempre habrá personas intentando ganar a través del engaño. A través de romper la confianza de la gente, del cliente, del inversor.
En nuestro país se ha legislado sobre diversos tipos de fraude. Pero, los defraudadores, cada vez consiguen mejores herramientas y estrategias para hacer sus movimientos y obtener ganancias a través del engaño.
El más común en el país, es el Phishing. Es cuando los delincuentes llevan a los usuarios a sitios web falsos donde, a nombre de una institución financiera o banco, les piden actualizar sus datos y así obtener la información que las mismas personas brindan.
La tecnología avanza, y también lo hace a favor de ellos. Vishing y Smishing, son otras formas de estafa, mediante llamadas telefónicas y mensajes de texto. El objetivo, siempre es el mismo, ganar tu confianza para obtener tus datos bancarios y extraer tu dinero, o el uso de tus tarjetas de crédito.
El tema del día en el país, de lo que se habla en los cafés políticos, son los libros de texto para educación básica. En el debate, debiera plantearse una vez más, el enseñar desde pequeños educación financiera. Porque, uno de los informes en fraudes, señala que el éxito de quienes se dedican al arte del engaño, es precisamente por la ignorancia de las personas en diversos temas de seguridad financiera.
Otra modalidad que ha crecido en los últimos meses, el “Fraude Patrón”, que consiste en llamar al personal de un hogar clase media, media alta, o de pequeños negocios, señalando que el dueño requiere de manera urgente dinero y que lo deben depositar a diversas cuentas. A través del “fraude patrona” los delincuentes se aprovechan de la credulidad de las trabajadoras del hogar y otro tipo de personal para robar un domicilio. Cuatro de cada 10 casos se denuncian cuando el engaño se ha materializado.
Tengan cuidado con la ternura. Con aquellas personas que lucran a través del sentimiento. Porque también existe la estafa CARIDAD. Ocurre cuando los estafadores se hacen pasar por representantes de una organización de caridad verdadera, o inventan un nombre que suena como una caridad legítima, para intentar quitarle su dinero.
El mexicano quiere ganar dinero, y es común que sea estafado con espejitos. Que sea estafado con palabras al oído de ganar dinero en poco tiempo. Y aquí es donde aparecen las llamadas PIRÁMIDES FINANCIERAS. Esta estafa consiste en que hay unos organizadores que invitan a participar a gente en un negocio donde hay que invertir, pero las personas invitadas deben a su vez de llevar a dos más cada una, y esos nuevos invitados deben de convencer a más personas, hasta que hay muchos involucrados que les dan sus recursos a los primeros, dinero que no vuelven a ver.
Tenga cuidado, que su necesidad no lo haga meterse en mayores problemas. Aquí aparece el Créditos exprés. El cual es un financiamiento ofrecido a través de muchos canales, como redes sociales, llamadas telefónicas o aplicaciones digitales. La característica de este es que supuestamente se concede de forma inmediata y casi sin requisitos el dinero que se solicita, pero al solicitante se le pide una cantidad de dinero bajo el argumento de gestoría o autorización. Después de que el prestatario deposita, los presuntos prestamistas desaparecen.
EL REMATE
LA CONDUSEF, reportó a través de su portal de web, que, durante el primer semestre de este año, se registraron en nuestro país 3.5 millones de reclamaciones por posibles fraudes, por un monto de 9 mil 231 millones de pesos; de este total, el 59% corresponden a fraudes cibernéticos, es decir, 2.07 millones.
