Por Fernando Urbano
El presidente siempre ha tenido un solo objetivo desde que inició su sexenio, trascender en la historia y que su sexenio deje huella, es decir que sea un punto de referencia de lo que pasó antes y lo que viene después. Y su objetivo se ha cumplido, las cifras de su sexenio han marcado pauta y en muchos casos sobrepasan cualquier otra estadística semejante.
El primero que podemos mencionar es una cifra que prácticamente se incrementó en un 300% en lo que va del sexenio, y es el de los más de 50 millones de mexicanos que no tiene acceso a servicios de salud, al inicio del sexenio la cifra era de solamente 19 millones 100 mil personas. Pero este sexenio ha negado el derecho a la salud a ese número de mexicanos al cancelar los servicios anteriormente creados para atenderlos y además ha reducido considerablemente el presupuesto que año con año se destina para este fin.
Otro reto superado es el de la deuda del Gobierno Federal, que AMLO ha disparado a 6.3 billones de pesos mèxicanos, cifra récord en la historia contemporánea de México; deuda que es reconocida por el propio gobierno obradorista en datos del llamado Saldo Històrico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, y que se encuentra disponible en su propio portal de internet. Se proyecta que al final de su sexenio sea de al menos 17.5 billones de pesos.
El desfalco más grande de toda la historia del país, ocurrió en este sexenio, en la administración de López Obrador, en un organismo que él mismo creó y controlaba, SEGALMEX. La Estafa Maestra de la 4T, es de $15,300,000,000.00, 15 mil 300 millones de pesos. A esta cifra habrá que sumarle los números aún no conocidos desviados y saqueados de los diferentes fideicomisos que decidieron tomar, lo que seguramente le dará al gobierno de López su justo lugar en la historia, seguramente será señalado como el sexenio más corrupto de la historia de México.
Y bajo ese esquema de corrupción, no podemos dejar de lado las faraónicas obras del lopezobradorismo, el accidentado, inconcluso e inservible, Tren Maya, que cuenta con un sobrecosto conocido de al menos 300%, la inversión inicial fue de $164,290,000,000 millones de pesos, pero se le han destinado a la inconclusa obra por lo menos 500 mil millones de pesos mexicanos, y la cifra real de inversión aún es desconocida.
Otra de las obras insignia del sexenio es la Refinería de Dos Bocas, que todos los días cambia la fecha de sus operaciones y hasta el día de hoy no tiene ningún uso. El sobre costo de la refinería es de 200%, la inversión inicial dada a conocer fue de $166,000,000,000 millones de pesos, pero se estima que el precio final sea superior a los 300 mil millones de pesos.
Otra obra insignia del sexenio, es el inconcluso Aeropuerto Felipe Ángeles, que a inicios del sexenio se anunció con bombo y platillo, además de presumir su costo de 75 mil millones de pesos, lo que no dijeron es que era solo una parte del proyecto lo que se planeaba construir. Pero el gobierno federal ha destinado para su construcción casi 125 mil millones de pesos. Adicional, podemos sumarle a esa cifra el costo del error presidencial de cancelar el aeropuerto de Texcoco, que tuvo un costo de más de 330 mil millones de pesos.
Y sin dudarlo, una de las razones por la que pasará también a la historia es por los 180 mil homicidios dolosos de este sexenio, cifra que supera la de los dos sexenios anteriores; además de los más de 47 mil desaparecidos. Cifras que desafortunadamente seguirán creciendo en los próximos meses, y seguirán incrementando el apelativo del sexenio más violento de la historia.