Por Jesús Alvarado
Para nadie es un secreto el pésimo servicio de salud que tenemos en nuestro país. El servicio público proporcionado tanto por IMSS –principalmente- como el del ISSSTE no solo están superados en derechohabientes, sino que se han formado mafias regionales desde quienes deben entregar medicamentos, hasta de quienes deben realizar consultas médicas.
Tan solo días atrás mantenía un resfriado, algo típico provocado por los cambios de clima. Me encontraba por cuestiones laborales fuera de la ciudad donde radico. Fui a tomar consulta a una de las farmacias populares por su botarga. Me sorprendieron dos cosas: que la mayoría de ellos tenía IMSS y que todos ellos preferían pagar que el servicio pésimo de la institución en mención.
La salud es nuestro México es Simi. La gente, ya sea por necesidad o por pésima atención, busca este tipo de atención médica. Se han convertido en las grandes farmacias consultorios con costos bajos, y medicinas similares, pero no originales.
El negocio es legal. No rompen las leyes. La gran interrogante es el hecho de que se gastan miles de millones de pesos por año, y tenemos uno de los servicios más deficientes a nivel mundial.
Tenemos hospitales privados que son considerados de muy buena calidad. Pero en lo personal, considero que ven a la persona más como un número financiero que un paciente.
Mire usted. Según los reportes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los países que han tenido importantes mejoras en su cobertura universal de salud han invertido 6% o más de su Producto Interno Bruto (PIB) en el sector salud. Sin embargo, en la última década, México ha reducido su inversión en salud, pasando de 2.8 a 2.5% de su PIB. De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), esa cifra se encuentra por debajo de las recomendaciones internacionales y de las estimaciones con bases epidemiológicas y demográficas.
Llega al territorio azteca el nuevo modelo IMSS Bienestar. El asunto está cocinado. Ahora debe buscarse el como si funcione. Aquí alguna de las propuestas para ello.
Los factores son demasiados. Pero se puede empezar una fuerte inversión de remodelación en los hospitales, muchos de ellos con décadas en funcionamiento sin un mantenimiento adecuado.
Por otra parte, muchos hospitales con equipos obsoletos para la atención. Quirófanos incompletos, y una nula supervisión donde incluso los cirujanos han sido sorprendidos operando en sus hospitales privados a pacientes que pudieron obtener el servicio gratuito al que tienen derecho.
La salud en México es un caso complicado.
EL REMATE
Números. Sigamos con los números. Al cierre del cuarto trimestre del 2023 se registró que el 66% de la población ocupada en México tiene un trabajo asalariado, esta cifra es la más alta desde que se tienen registros.
A la par, la tasa de informalidad laboral tocó un nivel de 54.8%, también el registro más bajo, de acuerdo con cifras de la ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo) del INEGI.
Este comportamiento refleja que hay más mexicanos que se adhieren a unidades económicas para trabajar, en lugar de autoemplearse.
