Por Fernando Urbano
¡Ya llegó!, ¡ya está aquí!, la única e inigualable reforma electoral, que tiene como único objetivo destruir la democracia, la justicia electoral y el pluralismo; impulsada nada más y nada menos que por su alteza serenísima, encarnación humana de la nación, la patria y el pueblo, Don Andrés Manuel López Obrador.
Así, como llamado para iniciar una función circense fue presentada la tan anunciada reforma electoral del presidente, y fue más predecible de lo que podíamos esperar, tanto que la podemos resumir como una reforma que busca modificar el sistema electoral mexicano para poder manipularlo desde la figura central del presidente.
Pero antes de su “presentación”, hasta el mismo presidente ya sabía que la reforma será solamente un nuevo fracaso del oficialismo. No hay forma, manera o votos suficientes en el congreso para que la 4T salga triunfante en esta nueva aventura legislativa, pero, aun así, la usarán hasta los límites no imaginables para seguir intentando crear la falsa idea de la existencia de una crisis política.
Diariamente desde que inició el sexenio, el presidente y su administración han buscado desesperadamente durante de dos horas diarias llenar y distraer la agenda pública nacional con datos falsos, y temas que no son más que distractores para evadir la realidad que día a día contrasta totalmente con “los otros datos”.
Durante los próximos meses, como sucedió con la consulta de revocación, no habrá más tema que el de la reforma electoral, y el discurso se centrará en ser más duro y radical contra el INE, los tribunales y contra Lorenzo Cordova.
Los otros datos, los reales, nos dejan ver un país con problemas gravísimos que necesitan la atención inmediata del gobierno federal, violencia, inflación, la innegable incapacidad de respuesta en los temas de salud y los cada día crecientes feminicidios son solo algunos de los Muchos temas que no tienen, ni tendrán la mínima atención que se necesita. Para la suerte de la cuatro-T y su oportunismo político, pero para desgracia de nosotros, llega la mencionada reforma, con el único y verdadero objetivo de distraernos por un buen rato mientras el país se sigue desmoronando.
