Como si fuera tendencia de moda, los casos de influenza en nuestra ciudad, estado y a nivel general en México van en aumento y es que esta enfermedad viral está dominando las salas de hospitales. Hoy la influenza ha desplazado al COVID, desde la segunda semana de enero ya eran 51 casos detectados, pero hoy son más de 100 los afectados.
Una situación que no distingue edad, género ni clase social, sin embargo, puede afectar gravemente y además es de fácil contagio.
Pero, ¿qué es la influenza? ¿Sabías que hay varios tipos?
La influenza es una infección viral que afecta principalmente a la nariz, la garganta, los bronquios y, ocasionalmente, los pulmones. La infección dura generalmente una semana y se caracteriza por la aparición súbita de fiebre alta, dolores musculares, cefalea, malestar general importante, tos seca, dolor de garganta y rinitis. El virus se transmite con facilidad de una persona a otra a través de gotículas y pequeñas partículas expulsadas con la tos o los estornudos. La influenza suele propagarse rápidamente en forma de epidemias estacionales. La mayoría de los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico. Sin embargo, en niños pequeños, personas de edad y personas aquejadas de otras afecciones médicas graves, la infección puede conllevar graves complicaciones de la enfermedad subyacente, provocar neumonía o causar la muerte.
Y es aquí donde es vital poner atención, ya que cada caso varía según las características de cada persona, para algunos puede parecer una gripe y para otros puede significar la muerte, es por esto que es importante acudir al médico en los primeros síntomas.
Existen tres tipos del virus de la influenza: A, B y C. El virus influenza tipo A incluye tres subtipos: H1N1, H2N2 y H3N3. Los virus tipo A y B han sido los causantes de epidemias graves, que se esparcen, sobre todo, en las temporadas de invierno. Por otra parte, el virus de influenza tipo C, causa infecciones respiratorias no tan contagiosas ni peligrosas como los otros dos anteriores.
Los virus de la influenza de tipo A y B son causa frecuente de infecciones respiratorias agudas, aunque los de tipo A son la causa principal de las grandes epidemias y de las pandemias. Los niños son transmisores eficientes de virus de la gripe; típicamente, las tasas de infección y morbilidad más altas se dan en niños de 5 a 9 años. No obstante, la morbilidad grave y la mortalidad son más frecuentes en ancianos y en determinados grupos de alto riesgo.
Los antígenos de superficie de los virus de la influenza varían frecuentemente. La inmunidad adquirida como consecuencia de la infección por uno de estos virus no protege plenamente contra las variantes antigénicas o genéticas del mismo subtipo (virus de la gripe tipo A) ni tipo (virus de la gripe tipo B). Por consiguiente, se producen epidemias de gripe todos los años, por esto es preciso diseñar nuevas vacunas antigripales cada año adaptadas a los virus circulantes que previsiblemente ocasionarán la epidemia siguiente.
Sin duda alguna es una enfermedad que al igual que el covid es diferente en cada caso y diferente cada año, pero ¿cómo se puede prevenir? La mejor manera de evitar contraer esta enfermedad y en especial las complicaciones graves, es la vacunación.
Otras medidas que pueden contribuir a evitar el contagio son el lavado frecuente de manos y medidas de higiene general. Al toser o estornudar cubrir con pañuelos desechables boca y nariz y eliminarlo posteriormente o como alternativa cubrir boca y nariz con antebrazo. En ambos casos realizar lavado de manos posterior. Limitar el contacto del enfermo con otras personas (personal de salud, familiares y visitas). Y evitar compartir utensilios o probar la comida con la misma cuchara.
Hoy por hoy la invitación es a cuidarse, mantener una buena alimentación, hábitos saludables y vacunarse, ya que a nivel nacional también es la influenza, la enfermedad con mayor prevalencia, sobre el COVID-19, al registrar 4 mil 875 casos, mientras que en el caso del COVID-19 fueron 130.