Por Fernando Urbano
“No escupas pa’ arriba, porque te puede caer encima” es un refrán que ha interpretado magistralmente en los últimos días el petista Fernández Noroña, superándose a sí mismo en cualquier meme en el que ha se ha ejemplificado previamente su cinismo y servilismo.
El caso es que Noroña, está enojado porque no le cumplieron los acuerdos, y sin medir consecuencias se lanzó contra el mismísimo “compañero presidente”, Claudia, contra Morena y de pasada contra los principios filosóficos y dogmáticos de la 4T. Pero es importante recordar un video que hizo el propio Noroña calificando a Marco Cortéz como un desvergonzado, y se burlaba de la indignación del panista que reclamaba el incumplimiento de compromisos, y tajantemente señalaba que “se reparten el poder como si fuese un botín”, y terminó en las mismas, reclamando y exigiendo su porción de poder.
Por si alguien lo había olvidado, en las encuestas para medir a las “corcholatas”, Noroña obtuvo el tercer lugar por detrás de Sheinbaum y Marcelo Ebrard, razón por la cual con nostalgia y lágrimas en los ojos, el diputado del PT no lo ha tenido que recordar, “…públicamente Mario Delgado me decía: ‘medalla de bronce por el tercer lugar’.
Y por si alguien no sabía, en la 4T, se estableció un acuerdo, propuesto por el propio López Obrador, de reparto de puestos en el Legislativo y en el gabinete del siguiente Gobierno Federal, conforme a los resultados de la competencia entre las corcholatas. Al primer lugar, le correspondería la candidatura presidencial; al segundo lugar, le tocaría la coordinación en el Senado; el tercer lugar, podría tocarle la coordinación en la Cámara de Diputados o un puesto en el gabinete de gobierno; mientras que, al cuarto, quinto y sexto lugar, le correspondería una candidatura plurinominal al Senado o a San Lázaro.
Por tanto, las conclusiones de Noroña son que por prelación y debido a que Ebrard, el segundo lugar, prefirió una secretaría de Estado, a él, por haber alcanzado el tercer lugar, le tocaría la coordinación de Morena, en el Senado de la República. Y como última opción él afirma que debería pertenecer al gabinete de la virtual presidenta. Pero la realidad es que ni una, ni la otra.
La realidad es que le vieron la cara, y le dieron atole con el dedo, y los hilos que mueve López terminaron favoreciendo a Ricardo Monreal y Adán Augusto López como coordinaciones en el Cámara baja y alta, aun y cuando se ubicaron en los últimos lugares de la encuesta interna morenista para elegir al aspirante presidencial.
Siempre he afirmado que, en Morena, hacen cuánta maroma sea necesaria para evadir la realidad y justificar lo que se les ocurre; y la razón me la terminó dando el propio Gerardo, “Hacen maromas para no cumplir”. El punto es que Noroña terminó siendo víctima de la discriminación, la violencia política y la mezquindad presidencial. Pues el propio “compañero presidente” terminó justificando el incumplimiento de acuerdos internos en Morena, y aseguró que el virtual senador electo no es miembro del partido guinda, por lo cual calificó esa decisión como despropósito y “una incongruencia monumental”, pues los acuerdos firmados eran solamente para los morenistas.
Claudia Sheinbaum retomó, como es costumbre, las afirmaciones del “compañero presidente”, y confirmó que fue un acuerdo interno de Morena y Fernández Noroña participó por otro partido, por lo que estas reglas sólo eran aplicables para militantes, del partido y no de la 4T.
Aunque Noroña exija en su berrinche que “La palabra se cumple”, y tenga la esperanza de recibir una porción de poder, solamente terminará siendo parte y víctima de la simulación de la Cuarta Transformación, y podrá corroborar que los principios de no mentir, no robar y no traicionar, no son otra cosa más que simple y llana verborrea presidencial
