Por: Rubén Duarte García
¡Hola, amigos de la revista La Revista El Ahuizote! Hoy tenemos el placer de conversar con Jorge Duarte, un gran amigo y figura emblemática de la radio en México. Jorge, ¿cómo te encuentras en este momento?
¡Hola, Rubén! Muy bien, gracias a Dios. Aquí, sobreviviendo en los medios de comunicación que tanto amo. La radio es mi pasión y siempre me he sentido afortunado de estar en este mundo.
Hablemos de tus inicios. ¿Cómo surgió esa inquietud por la radio en ti?
Mi historia en la radio comenzó en mi infancia. Mi abuelo, que nunca conocí, tenía una costumbre curiosa: se paraba en la Plaza del Pueblo en Vanegas, San Luis Potosí, y anunciaba la cartelera del cine. Mis padres me contaban sobre él, y eso siempre me inspiró. Además, mi hermano mayor, Ever Duarte, fue una gran influencia. Recuerdo que, durante unas vacaciones, él me llevó a Piedras Negras, donde trabajaba en varias estaciones de radio. Esa fue la primera vez que pisé una cabina de radio y me enamoré del ambiente.
Es fascinante cómo la historia familiar puede influir en nuestras decisiones. ¿Recuerdas qué te llamó más la atención en esa primera experiencia en la cabina?
Absolutamente. La magia de estar detrás del micrófono y poder comunicarme con la audiencia fue indescriptible. Mi hermano me dejó practicar, leer en voz alta y grabarme. Fue como un curso intensivo que me preparó para lo que vendría.
Después de esa experiencia, ¿qué pasos tomaste en tu carrera?
Tras esos primeros meses en Piedras Negras, me mudé a Ciudad Acuña, donde trabajé como jefe de producción en la estación XEDHY. La radio se volvió mi mundo, y aunque era joven, disfrutaba cada momento. La pasión por la locución ya la traía desde los 11 años, y estaba decidido a seguir adelante.
Tu carrera te ha llevado a muchos lugares y te ha permitido trabajar en diversas estaciones. ¿Cuál fue un hito importante en tu trayectoria?
Uno de los momentos más destacados fue cuando llegué a Saltillo y conocí a Don Agustín Valdés. Me ofreció un espacio en la XCD, y esa fue la puerta que me permitió crecer profesionalmente. A partir de ahí, empecé a producir programas y a crear contenido que resonaba con la audiencia.
La conexión con la audiencia es fundamental. ¿Cuál fue uno de los programas más memorables que produjiste?
Sin duda, “Solo para Niños” fue uno de los más impactantes. Inspirado en programas de televisión como “Juguemos a Cantar” de Raúl Velasco, logramos crear un club que atrajo a miles de niños en Saltillo. Distribuimos más de 12,000 credenciales, y organizamos eventos que llenaron el Teatro Fernando Soler. Fue increíble ver cómo la radio podía unir a la comunidad.
Has trabajado con muchos colegas a lo largo de tu carrera. ¿Hay alguna persona que consideres un mentor?
Definitivamente, Don Agustín Valdés fue fundamental en mi carrera. Además, Marcial Ruiz Pérez, un gran locutor y amigo, me abrió muchas puertas. También tuve la suerte de colaborar con talentosos colegas como Jaime Mario Sáenz y Pedro Gaitán, con quienes compartí momentos inolvidables.
¿Y qué hay de tus experiencias en otras ciudades, como Guadalajara y Los Ángeles?
Cada experiencia fue única. En Guadalajara, llegamos a ser la estación número uno en raiting, lo que fue un gran logro. En Los Ángeles, trabajé en “Qué Buena” y fue emocionante conocer a artistas y aprender sobre la industria desde una perspectiva diferente. Esa etapa me enseñó mucho sobre la diversidad musical y la importancia de conectar con diferentes audiencias.
Con tantos logros, ¿qué te motiva a seguir en este camino?
La pasión por la radio nunca se desvanece. Cada día es una nueva oportunidad para aprender y crear. A pesar de los desafíos y cambios en la industria, mi amor por la comunicación y por conectar con la gente es lo que me impulsa.
Jorge, cuéntanos cómo surgió el proyecto de la Nueva Radio en la frecuencia 100.9. ¿Cómo se gestó esta idea?
La verdad es que todo comenzó cuando me quedó sin trabajo, me invitó a formar un equipo. Junto a Adrián González y Jorge Duarte, decidimos armar un proyecto. Fuimos al Grupo RCG a presentar nuestra idea, y afortunadamente les gustó. Así, retomamos la frecuencia 100.9 y le dimos vida a la Nueva Radio. Fue un proceso emocionante.
Después de un tiempo, mencionaste que el licenciado José Ángel te invitó a un nuevo proyecto. ¿Cómo fue esa transición hacia La Reina 100?9?
Así es. Después de un tiempo, la Nueva Radio desapareció sin previo aviso. Ahí es cuando el licenciado José Ángel me llamó para lanzar otro proyecto en la misma frecuencia, y así nació La Reina 100.9. Han pasado 15 años desde entonces, y la verdad es que hemos logrado consolidar un espacio interesante en la radio.
¿Qué logros destacarías en estos 15 años de La Reina?
Siento que hemos hecho un gran papel. Creamos un cuadro de programas muy interesantes. Algunos compañeros, como Gilberto Leomar y Laura Romero, se unieron a nosotros en este viaje. También hemos introducido nuevos talentos, como el Meny, quien acaba de entrar. La pasión por la radio y la producción sigue siendo nuestra motivación principal.
Hablando de la evolución de la radio, ¿cómo comparas la radio de los años 90 y 2000 con la actual?
La transformación ha sido monumental. Recuerdo cuando estuve en Los Ángeles y un productor me mostró la llegada del Internet. Era increíble ver cómo iba a revolucionar todos los medios de comunicación. Ahora, cualquier persona con un celular puede ser reportero. La esencia de la comunicación sigue, pero la forma en que se presenta ha cambiado radicalmente.
¿Y qué opinas sobre los rumores ya sabes de la posible desaparición de la radio debido a estos avances tecnológicos?
No creo que la radio desaparezca. Simplemente se está transformando. Si seguimos metiendo esa magia y creatividad en la radio, siempre habrá un lugar para ella. La gente busca emociones y conexión, y eso es algo que podemos ofrecer.
¿Cuál es tu opinión sobre el papel del locutor en la actualidad?
La responsabilidad del locutor es fundamental. Cuando obtuve mi licencia, tuve que estudiar la Ley Federal de Radio y Televisión. Comprendí que con un micrófono en la mano viene una gran responsabilidad: transmitir mensajes positivos y ser una voz de aliento para la audiencia. Aunque ahora cualquiera puede ser locutor, es vital que quienes ocupen ese rol lo hagan con respeto y compromiso.
¿Qué significa para ti la celebración del Día del Locutor?
Significa mucho. Es un momento para reflexionar sobre la importancia de nuestra labor y el impacto que tenemos en la sociedad. Cuando comencé, era necesario tener una licencia para ser locutor, lo que subrayaba el compromiso con la audiencia. Hoy, aunque ese trámite ha cambiado, la responsabilidad sigue siendo la misma.
Por último, ¿qué mensaje le darías a tus compañeros de La Reina?
Quiero enviar un saludo especial a todos mis compañeros de La Reina. Estoy muy orgulloso de cómo ha crecido esta ciudad y de las nuevas oportunidades que se están generando. Agradezco al licenciado José Ángel Rodríguez por su apoyo desde mis inicios. Les diría que sigan trabajando con amor por esta profesión. Cada uno de nosotros tiene el poder de influir positivamente en la vida de quienes nos escuchan.
Muchas gracias, Jorge, por compartir tu experiencia y reflexiones con nosotros.
Gracias a ti, Rubén. Siempre es un honor platicar y compartir sobre la magia de la radio.