Por Jesús Alvarado
Al mal paso buena cara, típico refrán mexicano que en esta ocasión utilizaremos para la relación México-USA con la futura llegada del presidente electo Donald Trump, recientemente ganador de las elecciones del llamado país más poderoso del mundo.
Mientras el proceso electoral transcurría, la noticia sobre la ventaja electoral en las urnas del candidato republicano, el peso mexicano iba perdiendo terreno frente al dólar.
Ahora viene la gran incógnita sobre las amenazas de Trump de volver a reforzar la frontera con México, de incrementar impuestos a las empresas norteamericanas instaladas en nuestro territorio, incremento de aranceles, el incremento de deportaciones de migrantes; así como una mayor barrera para no permitir el ingreso de más migrantes.
Nuestro gobierno federal tiene que ser muy inteligente. Ponerse a las patadas con Sansón es tirarse al precipicio. Esto no quiere decir que doblemos las manos, que nos pongamos de pechito, pero para entrar en el juego con ellos hay que ser estrategas, utilizar algo llamado cerebro.
Nos tocó ser vecino de ellos. Unos dirán que para mal, cuando es mejor concentrarse en la realidad y sacar las ventajas de ellos que son más que las contras.
Canadá y los Estados Unidos son países desarrollados, con los cuales conformamos el bloque geográfico de América del Norte. Estamos lejos, años luz de llegar a su desarrollo, pero en el corto plazo con gobiernos funcionales si podemos crear condiciones mejores para el desarrollo de la población.
Seguimos con la pregunta del millón, una que realice en las primeras columnas en este medio de comunicación que me permite expresarme, ¿hacia dónde vamos como país?
¿Por dónde empezar la verdadera reconstrucción de México? Sin pelos en la lengua les digo que por el lado de la seguridad. Somos un país con altos índices de violencia, donde solo tres estados federativos se salvan de ese foco rojo; Coahuila, Baja California Sur y Yucatán, por cierto, los dos últimos estados en mención rodeados de agua, mientras que la tierra de Carranza y Madero rodeados nada más que por Durango, Nuevo León, Tamaulipas y Zacatecas. ¿Claro que hay una diferencia verdad?
Recuerden que siempre hay que ver la realidad de cada cosa, cada acción, para poder evaluar realmente la situación.
EL REMATE
Como cada columna, vayamos a otros datos, a aprender de más cosas. La competencia por las exportaciones de semiconductores a Estados Unidos ha arreciado en la última década.
Malasia sigue siendo el país que más envía este tipo de chips, pero ha reducido de manera importante su participación en el total de estos envíos.
Por su parte, México escaló del décimo al noveno lugar, pero también con una menor participación.
En los primeros ocho meses del 2024, Malasia, Taiwán y Vietnam se posicionaron en el top tres de países que más semiconductores envían a Estados Unidos.