Por Israel Reyes
Mal momento para llamarse Israel, ¿verdad? Ese pueblo tiene algo que, desde pequeño ha robado mi atención: su historia, su economía, sus costumbres y religiones. Hay personas en la actualidad que a este país lo siguen viendo como “el pueblo elegido por Dios”. Qué poderoso es contar con esa reputación espolvoreada alrededor del mundo. Estos son unos apuntes sobre el tema.
Hace 50 años, Israel no pudo prever el estallido de la guerra del Yom Kippur de 1973, un ataque sorpresa por parte de una coalición de Estados árabes. Ahora, parece que los servicios de inteligencia del país han vuelto a caer en una falsa sensación de seguridad. La creencia generalizada en la sociedad israelí de que Hamás evitaría una confrontación militar a gran escala para proteger a los residentes de Gaza ha quedado destrozada con un ataque sorpresa el sábado por la mañana. Más de 2.000 cohetes fueron lanzados contra Israel, seguidos de una operación terrestre a gran escala que atacó más de 20 ciudades israelíes y bases militares adyacentes a la franja de Gaza.
Las pérdidas israelíes, que actualmente se estiman en más de 700 muertos y hasta 2.000 heridos, seguramente estas cifras irán en aumento. Las reservas militares de Israel se han movilizado y se están llevando a cabo bombardeos aéreos contra las instalaciones de Hamás en Gaza. Las imágenes y videos en las redes sociales son crudas y terribles ¿Cómo se puede vivir así durante generaciones? Al igual que en la guerra de Yom Kippur, el momento elegido para el ataque, un sábado y durante la festividad judía de Sucot, indica una falta de previsión por parte de Israel. Los cálculos estratégicos de Hamás al lanzar el ataque aún no están claros, pero es probable que vayan más allá de la mera venganza.
El secuestro de israelíes para intercambiar prisioneros ha sido uno de los objetivos deseados de las operaciones de Hamás en el pasado. Además, Hamás puede estar tratando de socavar las negociaciones en curso entre Estados Unidos y Arabia Saudita sobre un acuerdo para normalizar las relaciones entre ambos países.
La ofensiva de represalia de Israel contra Hamás en Gaza probablemente durará mucho tiempo y enfrentará numerosos desafíos. Además de restablecer la confianza pública y la disuasión militar contra Hamás, el gobierno de Benjamín Netanyahu tendrá que lidiar con la situación de los rehenes israelíes, los riesgos para las fuerzas israelíes y las amenazas de escalada en otros frentes.
A corto y medio plazo, el ataque de Hamás tendrá consecuencias trascendentales para la política interna de Israel. A largo plazo, aún es demasiado pronto para evaluar las repercusiones, pero está claro que las perspectivas de confianza entre israelíes y palestinos se han visto gravemente afectadas. En sus memorias de 2022, Netanyahu escribió sobre su decisión de evitar un ataque terrestre en Gaza durante la operación “Pilar de Defensa” en 2012. Sin embargo, el trauma nacional y la composición radical del gobierno actual dificultarán la moderación en los próximos días.
La única posición que me parece aceptable es estar en contra de todos los crímenes de guerra. Isaías, uno de los cuatro profetas mayores del antiguo testamento predijo sobre Israel que algún día en ese pueblo jugarán el lobo y el cordero, y un niño los guiará. Es ahí donde reconocerán la gloria de su rey. Deseo que ese día llegue pronto.