Néstor J. Hurtado Vera.
Bien dicen que cuando todo está en paz y las cosas caminan con orden, uno deja de valorar aspectos o factores indispensables que nos llevaron a dicho entorno amigable.
Concretamente, en México, los nacidos después del año 1988, muy poco o nada sabemos de fraudes electorales, y aunque ha habido elecciones apretadas y discursos “flamígeros”, en donde aspirantes han señalado irregularidades, la realidad es que desde el nacimiento del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), el árbitro electoral se ha fortalecido y ha garantizado alternancias políticas en todo el país.
Realmente, no sé qué signifique para estas generaciones, imaginar un México sin el ahora Instituto Nacional Electoral (INE), creo que esto sería equivalente para los jóvenes a imaginarse un mundo sin celular y sin acceso a internet.
Bueno, pues lo mismo pasa con el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, mejor conocido como INAI, que, desde su nacimiento en 2002, ha garantizado a las y los mexicanos, el acceso a la información pública.
Recuerdo cuando era adolescente, que hubo un escándalo mediático porque se supo cuánto gastaba el gobierno de Vicente Fox en toallas y productos de limpieza, o en temas más recientes, casos como la Estafa Maestra, Odebrecht, Agronitrogenados, o el fraude público más grande en la historia, que fue el de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), todos se dieron a conocer porque el INAI obligó al gobierno a entregar toda la información correspondiente a la ciudadanía.
De hecho, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, en uno de sus libros, reconoció que, gracias a una solicitud de acceso a la información, logró conocer cuánto recibían los expresidentes de pensión, para de ahí trazar una propuesta de campaña.
Mi reflexión como podrán notar, va enfocada en que, quizás no valoramos el peso de la transparencia, porque pensamos que las cosas se dan en automático, pero no es así, ha costado décadas y por eso creo que toca defender ahora al INAI.
Así como hace 2 años defendimos al INE, ahora toca proteger al INAI, porque se sabe que Morena cuenta ya con un predictamen en el Congreso de la Unión, para eliminar a diversos organismos autónomos, entre ellos el INAI.
Si me preguntan, creo que con la gran concentración de poder con la que contarán, la transparencia y la rendición de cuentas ya no les conviene, pero bueno, es mi percepción, veremos cómo se debate en las respectivas cámaras del Congreso.
Lo que debemos tener claro, es que, a estas alturas, deberíamos estar pensando en cómo reforzar a estos organismos para hacerlos más autónomos y transparentes, no así eliminándolos.
Particularmente, estoy a favor de las reformas que mejoren la rendición de cuentas en los gobiernos, así como la protección de los datos personales en este mundo tan inmerso en el internet; pero eliminando lo que funciona no es la solución, de hecho, nos meteríamos en problemas internacionales, como el famoso acuerdo “T-MEC”, que tenemos con Estados Unidos y Canadá, en donde se violaría el tratado por no contar con organismos autónomos.
En resumidas cuentas, sin el INAI, iríamos en reversa en muchísimos temas, y sin duda nos instalaríamos en la oscura década de los años setentas.
