Néstor J. Hurtado Vera.
Reza el tradicional refrán; que “el buen juez por su casa empieza”, y que normalmente usamos mucho para hacer referencia a todas aquellas personas que proponen algún cambio al exterior de su entorno y que antes de eso, deben poner el ejemplo primeramente en sus dominios.
A mi consideración, esta frase aplica con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que en el marco del 107 Aniversario de la Promulgación de la Constitución Política de 1917, envió un paquete de 20 reformas al Congreso de la Unión para hacer ajustes políticos, económicos, laborales, energéticos, entre otros asuntos que están siendo muy polémicos.
Entre el paquete de iniciativas, las más controversiales son eliminar a los organismos autónomos y elegir por elección a jueces y magistrados, pero en la que me quiero concentrar, es en una que tiene posibilidades de ser aprobada, ya que el PRI manifestó estar a favor y es la que plantea que, los trabajadores reciban una pensión de sueldo completo al momento de jubilarse y no sólo la
mitad como sucede actualmente.
La propuesta de López Obrador que quiere dar el 100% de pensión a la hora de jubilarse, contrasta con lo que sucede actualmente con sus trabajadores del Gobierno Federal y que actualmente tienen terribles condiciones laborales, por eso sostengo que antes de proponer ajustes a trabajadores afiliados al IMSS, debería comenzar primero con sus empleados, por ejemplo, de secretarías como
la de Bienestar.
Quizás le cueste creerlo, pero a estas fechas de febrero, tengo testimonios de personal que labora en Bienestar Coahuila, que a estas alturas les deben todo enero de salario, asimismo y para nadie es un secreto, gran parte de los trabajadores encargados de los programas sociales considerados “prioritarios” y que tanto presume López Obrador, se encuentran laborando bajo la figura de
contratos temporales, en donde ni siquiera cuentan con seguridad social y mucho menos con atención médica.
Quiero ser muy claro, en lo personal respaldo la iniciativa de que toda la clase trabajadora reciba el 100% de su salario a la hora de jubilarse, pero francamente no entiendo por qué el presidente, antes comienza poniendo el ejemplo arreglando la situación de sus trabajadores que se las tienen que arreglar como pueden.
Al margen de las demás dependencias federales, con los testimonios que he escuchado de personal de Bienestar Coahuila, es para mí lamentable que quieran “vender” una idea de justicia al exterior, cuando a gran parte de su personal lo tienen con carencias salariales y bajo una figura muy parecida a la de outsourcing.
En lo personal creo que esta iniciativa, así como todo el paquete de reformas enviado el pasado 5 de febrero, son sólo retórica para ayudar a su movimiento con miras al proceso electoral que celebraremos el próximo 2 de junio.
Para nada es casualidad que se haya esperado hasta el final del sexenio y en pleno proceso electoral para proponer estos cambios estructurales.
Otra cosa sería si antes de querer cambiar a México, primero hubiera empezado en casa, en donde ha hecho falta voluntad para que sus empleados vivan dignamente, por eso creo firmemente que “el buen Obrador por su Gobierno empieza”.