Por Jesús Alvarado
Los datos no mienten. La actual administración del gobierno federal ni ha sido menos corrupta, ni ahorra, y al mismo tiempo confunde ahorro con productividad. ¿Realmente tienen conocimiento de lo que es administrar?
El hecho de sólo ahorrar no significa de ninguna manera que seas más productivo. Lo reafirme cierta mañana de la semana pasada, junto a mi cotidiana taza de café que me acompañaba en la lectura de las ocho columnas de los diarios nacionales.
Leí detenidamente esa información, “Gastan 306 mil millones de pesos en vales de gasolina para burócratas de la 4T”, y me quedé paralizado. No me cicle, pero vino en mi ese instinto crítico y de revisar más información. Ese instinto de opinar y de cuestionar.
Mire usted, bajo el concepto de participaciones para las entidades federativas, según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para el 2023, de 890 mil 203 millones de pesos será el recurso a entregarse a los 32 estados. Comparativamente, el gobierno federal gasta en vales de gasolina un tercio de esto.
Coahuila, para este mismo año, debe recibir 22 mil 209 millones de pesos bajo el mismo concepto. Volvamos al comparativo. ¡Wow! El gobierno de la 4T otorga 13.50 veces más a este gasto de vales que al concepto de participaciones a la tierra de Carranza.
Los vehículos oficiales requieren combustible, pero ahí no está el cuestionamiento, sino en el hecho de un gobierno que a cielo, mar y tierra se regodea de gritar que son la administración de la austeridad.
Primero los pobres, es la frase del presidente. Bajo esta frase analicemos. A los estudiantes menores de 15 años, se les entrega una beca de 8 mil 750 pesos anuales. Si el gasto en vales se debiera entre el monto por estudiante becado, hablaríamos de 34 mil 972 alumnos becados.
Un comparativo más. En Saltillo, Coahuila, se construyó hace un par de años el Multideportivo El Sarape, un complejo deportivo de alto nivel con una inversión de 120 millones de pesos. Le iba a poner el resultado de la división del gasto en gasolina entre el costo del multideportivo, pero me ganó el coraje que daño a mi intestino, y ese daño no fue provocado precisamente por el café, sino por la rabieta.
Basta que usted, mi estimado lector, entré a su navegador y busqué con palabras claves gastos excesivos del gobierno federal, contratos otorgados sin licitación, corrupción en las dependencias federales; y se dará cuenta que la actual administración denominada 4T es corrupta, nada ahorrativa y mucho menos productiva.
EL REMATE
En este sentido, de enero a noviembre el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador reportó un gasto total del sector público presupuestario de más de 6.4 billones de pesos, un incremento anual de 5.1% en términos reales.
En el desglose de la información, el gasto primario registró más de 5.8 billones de pesos en el periodo referido, lo que es un aumento anual de 4.3% y 156,666 millones de pesos mayor a lo estimado por la SHCP.
¿Dónde quedó el supuesto ahorro y austeridad del gobierno federal?
